Guti incrementa las dudas del Madrid

En Valdebebas, cuartel general del Madrid, la semana del gran clásico se agota en un clima de unión y tranquilidad. La presencia de López Caro en el banquillo ha contribuido a que los jugadores, hasta hace poco indiferentes, malhumorados y abiertamente divididos, descubran un motivo para coincidir en otra cosa que no sea el aperitivo reglamentario de los viernes. Se trata del impulso lúdico de hacer quinielas. Dada la dificultad de acertar las sorprendentes alineaciones que decide el técnico, son muy pocos los que imaginan cómo jugará el Madrid. Ayer la sensación entre los futbolistas, por lo que vieron en los entrenamientos, era que Raúl será titular en el Camp Nou.

La pregunta inevitable circulaba por el vestuario alentada por el morbo: ¿Quién será el sacrificado? Robinho cruza los dedos. Baptista mira hacia otro lado. Zidane exhibe su clase irrepetible. Ronaldo recuerda su cartilla de servicios. López Caro, entretanto, vive días de aprieto emocional. Sale a la conferencia de prensa, sonríe con su sonrisa beatífica, y lanza una proclama que aunque aparentemente carezca de sentido, más de un jugador suyo recibe como una advertencia: "Para ganar no debemos jugar con once delanteros. El equilibrio es fundamental".

López Caro, que no cuenta en su plantilla con once delanteros, ni con diez, planifica los partidos de acuerdo al rival. Lo hizo contra el Betis en el Bernabéu y sus hombres no tienen duda de que diseñará la táctica de mañana con la idea básica de contrarrestar el poder ofensivo del Barcelona. En esta encrucijada el técnico da pasos de funámbulo a la espera de que algo, una epifanía tal vez, lo ayude a confeccionar a un tiempo el equipo más justo y el políticamente más acertado. En esto, ayer pudo recibir una señal providencial. Guti, el mejor activo del Madrid en la zona ancha, sufrió una lesión en el entrenamiento y los médicos no garantizan que esté en condiciones de enfrentar al Barça. Irónicamente, Guti es, del medio campo hacia arriba, el único jugador al que Caro no ha quitado nunca. El técnico le ve como su media punta más dinámico y su medio centro con más capacidad para iniciar las jugadas.

Guti sufre una artritis traumática en el pie izquierdo. Ayer se retiró del entrenamiento con un dolor paralizante. Por la tarde, tras practicar al jugador una resonancia, el jefe de los servicios médicos del Madrid, Alfonso del Corral, dijo: "Habrá que esperar 24 horas para ver cómo responde al tratamiento. Una vez que los fisioterapeutas y los médicos concluyan el trabajo se decidirá si entra en la lista para Barcelona".

Entre las ausencias seguras, al menos con respecto a la alineación, estará Iván Helguera, un hombre al que López Caro eliminó de sus planes hace semanas. El central aportó ayer una dosis de misterio a su ya de por sí extraña situación. En una entrevista concedida al canal Cuatro confesó que debe ser discreto: "En el Madrid me están pasando cosas que no se pueden contar. Este es mi peor momento en los siete años que llevo en el club". Además, el cántabro explicó que no descarta jugar en el Barça: "¿Por qué no? Si aquí no me quisieran no veo el problema".

Helguera aseguró que la culpa de su marginación la tiene López Caro, un técnico del que ya no espera nada: "Lo mejor que me puede pasar es que venga otro entrenador".