Lorenzo impresiona

Abandonó Dani Pedrosa la categoría intermedia del motociclismo mundial para batirse en MotoGP. Y Jorge Lorenzo respiró. Sin la presencia el tricampeón del mundo en su misma parrilla de salida, la carrera de ayer le vino que ni pintada al mallorquín, que finalmente certificó lo que proclama desde que se encontró con Pedrosa en el cuarto de litro: que él es mejor piloto. Y ayer, Giorgio, como así se conoce a este vehemente piloto de 19 años, se confirmó como el más claro favorito a heredar la poltrona dejada por el de Castellar tras lograr su primera victoria en la mediana de las categorías mundialistas.

Los ensayos de pretemporada dan buena muestra de las condiciones con las que equipos y pilotos llegan a la primera cita del curso. Y las sesiones que llevaron a cabo esta pretemporada Lorenzo y Héctor Barberá, los dos pilotos del equipo dirigido por el ex piloto Dani Amatriain, fueron realmente esperanzadoras. Sobretodo para Lorenzo. "La moto va como un avión", afirmó el mallorquín a principios de invierno. Y ayer, su Aprilia, voló sobre el ardiente asfalto andaluz.

"Cuando me ha pasado Barberá he pensado: 'pero qué lento va", afirmó Jorge Lorenzo

Lorenzo cuajó ayer una carrera de libro y, a pesar de las escaramuzas iniciales con su enemigo íntimo Héctor Barberá, este agresivo piloto parece haber acumulado ya la experiencia suficiente para no cometer los errores que le echaron por suelo su principal objetivo entonces: batir a Pedrosa en carrera y arrebatarle el récord de precocidad al conseguir un triunfo en la categoría intermedia.

Ya maduro como piloto, demostró ayer el de Palma de Mallorca que las malas experiencias del pasado curso no cayeron en saco roto, y su reacción fue la mejor que cabía esperar.

No dio Lorenzo opción a sus rivales a pesar de realizar una pésima arrancada, un aspecto que se le atraganta desde hace ya demasiado. Cinco vueltas aguardaron los dos compañeros del garaje rojo antes de enzarzarse en un cuerpo a cuerpo que se adivinaba irremediable. Y así ocurrió. "Cuando me ha pasado Barberá, he pensado, pero qué lento va", atacó Lorenzo, avivando las más que rencillas que existen con su vecino. Tras volver a recuperar el liderato, el balear se hartó de rodar acompañado e intensificó considerablemente el ritmo al tiempo que sus perseguidores se batían y, por el camino, iban dejándose décima a décima. Sólo el sanmarinense Alex de Angelis pudo seguir de entrada a Lorenzo. Pero fue un espejismo.

Decidió sentenciar la carrera el piloto balear a falta de diez vueltas exhibiendo su personal estilo agresivo de pilotaje. Se dedicó a partir de entonces a mantener el ritmo Lorenzo, y eso fue suficiente para coronarse ganador por primera vez en el cuarto de litro. "Cuando me he escapado, he preferido no pensar en nada, porque me venían pensamientos negativos. Pensaba en lo lento que rodaba y en lo gastados que estaban los neumáticos, y me ha resultado complicado mantener la concentración", aseveró el primer líder del campeonato de la cilindrada intermedia de esta temporada. Tras cruzar primero, Lorenzo estalló de alegría y se emocionó ante los aficionados agolpados en las gradas que, de nuevo, corearon su nombre.

Barberá cruzó la meta finalmente quinto, a nueve segundos de su compañero de equipo. Si el pasado año, las batallas entre Pedrosa y Lorenzo elevaron aún más la temperatura del campeonato, a tenor de lo ocurrido en la primera cita del año aquí en jerez, la batalla que pueden librar esta temporada los dos pilotos oficiales del equipo Aprilia se adivina todo menos plácida.