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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Bahrein

El regreso del mito

Schumacher iguala las 65 'poles' de Senna y su Ferrari saldrá hoy primero junto al de Massa

El regreso de Ferrari era algo que se venía anunciando en la pretemporada, pero que nadie acababa de creerse con certeza. El secretismo con que había envuelto todo su trabajo la marca italiana convertía a los bólidos rojos en la gran incógnita del inicio del campeonato. Nadie sabía con exactitud dónde estaba Ferrari y, tal vez, ni ellos mismos. Todo el mundo esperaba la primera carrera con ansiedad para desvelar estas cuestiones. Pero ayer, en Bahrein, Ferrari mostró sus garras de nuevo y anunció que vuelve a estar ahí.

De una forma sorprendente, Michael Schumacher y Felipe Massa coparon las dos primeras posiciones de la parrilla de salida y se mostraron como los más eficaces en el nuevo sistema de clasificación, que creó algunos momentos de caos pero resultó realmente interesante. Había un convencimiento total de que serían los Renault de Fernando Alonso y de Giancarlo Fisichella los que conformarían la primera línea. Fueron ellos los grandes dominadores de las dos primeras tandas, a pesar de haber corrido sólo tres vueltas en cada una de ellas. En medio de ellos sólo estuvieron el Honda de Button, en la primera, y el McLaren de Montoya, en la segunda. Kimi Raikkonen quedó descartado, tras sufrir un problema de suspensión y destrozar su coche antes de concluir su primera vuelta.

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Ferrari estuvo siempre ahí, pero detrás. Habían demostrado que eran rápidos a una vuelta. Lo acreditaban sus tiempos. Pero el mismo Schumacher se mostró sorprendido al verse con el mejor crono. "Honestamente no esperaba esta pole. Sí creí que podía estar entre los más rápidos, pero no delante de todos. Nuestro resultado es extraordinario", confesó el alemán, que a sus 37 años logró igualar el record de 65 pole positions del brasileño Ayrton Senna y que no marcaba una desde Hungría 2005. Era uno de los pocos récords que tenía pendientes: tiene el de títulos (7), el de victorias (84), el de vueltas rápidas (69), el de puntos (1248) y es segundo en carreras disputadas (233, por 256 de Patrese). "Para mí es un día inolvidable", matizó Massa, que debutaba en competición con Ferrari.

Desde que realizaron los últimos entrenamientos en Bahrein, a finales del mes pasado, Schumacher pareció levantar la cabeza y comenzó a creer en el proyecto que tenía entre manos. "Estamos mejor de lo que estábamos el año pasado", afirmaba una y otra vez. "Tenemos un conjunto de chasis, motor y neumáticos más rápidos que en 2005". Eso no era mucho: en 2005, el fracaso de Ferrari alcanzó dimensiones insospechadas y Schumacher sólo ganó una carrera, Indianápolis, en la que sólo participaron seis coches, porque Michelin no asumió la seguridad de las escuderías a las que calzaba.

Pero seguían las dudas. De lo único que estaba seguro el alemán era de haberse preparado a fondo. "Fue el primero en ponerse a trabajar en el nuevo coche, en pisar los circuitos, en ayudar a valorar las evoluciones", asegura Ross Brawn, director técnico de Ferrari. En diciembre estaba ya realizando pruebas privadas, dejando a un lado el tiempo que habitualmente dedicaba a su esposa, Corinna, y a sus dos hijos, Gina Maria y Mick. "Nunca escatimó esfuerzos cuando le llamamos para realizar cualquier nueva probatura".

Quiso ser él en persona quien fuera evolucionando el F248. Descubrió que la cosa no funcionaba al principio, y vivió en primera persona el hecho de que los tiempos no llegaban. Fueron actos casi privados, porque cuando Ferrari entrenó con las demás escuderías, siempre lo hizo con coches híbridos -motor V8 con chasis de 2004 o de 2005, o incluso con motor V10 reducido de revoluciones-. Hasta que del 13 al 21 de febrero el equipo viajó a Bahrein. Entonces dijo: "Estamos a punto. Esperemos estar a la altura de los demás [Renault, McLaren y Honda]. Somos rápidos y el motor es fiable".

A nivel de potencia, el V8 de Ferrari es de los motores que más ofrece: 730 CV por los 720 de Renault o los 710 de McLaren. Sólo le supera el Cosworth (Williams), con 745. Pero el comportamiento en carrera ya es otra cosa. A una vuelta, Ferrari está ahí. Pero persiste la incógnita de qué será capaz de hacer en carrera. ¿Saldrá con el deposito vacío, como especulan sus rivales, y deberá repostar a las pocas vueltas? ¿Funcionarán los neumáticos Bridgestone mejor que los Michelin en calor? ¿Podrán mantener en carrera el mismo ritmo de vuelta que en la clasificación? Ayer, había ilusión en las caras de Schumacher, de Massa y del equipo Ferrari. Pero hoy vivirán la última gran prueba para confirmar en qué punto exacto se encuentran.

Schumacher es felicitado por miembros de Ferrari tras la clasificación.
Schumacher es felicitado por miembros de Ferrari tras la clasificación.ASSOCIATED PRESS

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