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Crónica:FÚTBOL | Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

"¡Creí que me daba un infarto!"

César, el portero del Zaragoza, confiesa que en los primeros minutos se vio fuera de la final

Diego Torres

César Sánchez llevaba escrito el miedo en la cara. La piel amarillenta, los músculos deshidratados, el pelo apelmazado. La de ayer fue la peor noche posible para ser portero visitante en el Bernabéu y César, ex guardameta madridista, regresó para ver un espectáculo de magia que lo dejaría sin un átomo de energía. Fue arrastrado por una lluvia de meteoritos que duró 10 minutos. A él le parecieron 10 siglos. Después confesó que tuvo un deseo impulsivo de abandonar el campo. De huir de algo inexplicable. Cuando la tormenta pasó estaba en la final de la Copa.

"¡Madre mía! ¡Creí que me daba un infarto!", dijo el portero al salir de la ducha, con una camiseta de Ronaldo enrollada en la mano. "Es que en el primer minuto ese tío le ha pegado no sé cómo, después la ha enganchado el otro y ha pasado por debajo de las piernas del defensa... ¡Qué se yo! En 10 minutos teníamos un 3-0. Sentía que nos quedábamos fuera". César jugará en marzo su tercera final de Copa del Rey. Hasta ahora lleva dos con el Madrid, las dos perdidas. Ayer creyó que no llegaba. "Ese arranque del Madrid fue tan fuerte que no podíamos hacer nada", dijo. "Ellos tocaban tan rápido el balón que no llegábamos ni a darles las patadas. Yo lo único que podía hacer era gritar. En un momento me quería ir del campo. Habría preferido lesionarme".

En medio de la andanada, César sacó dos balones sobre la raya. El más tremendo fue un remate a bocajarro de Zidane. No sería el último que paró el portero extremeño. Su compañero en el ataque zaragocista, Diego Milito, no fue menos pesimista que el portero cuando vio que el Madrid le enchufaba tres goles. "Teníamos todo en contra", dijo Milito. "No nos lo podíamos creer. Por suerte pudimos aguantarlo. Nos decíamos que teníamos que mantenernos tranquilos, mantener la calma. Algunas veces he sufrido en el fútbol, pero hoy fue más duro que nunca. Después del 3-0 la verdad es que entraban por todos lados. Era difícil pararlos".

Como dijo Milito, los jugadores del Madrid entraban por todas partes. Sobre todo por la banda derecha. Beckham y Cicinho volaron lisonjeros, centraron, dispararon, y sólo Toledo se les puso delante sin mucho efecto. El pobre Toledo es la clase de defensa que pasa demasiado tiempo en el suelo. Ayer parecía que llevaba las botas lisas. No sabía si correr tras el moreno o ir a por el rubio. Nunca llegaba a ninguna parte. Y a unos metros, desde la banda, soplando en el cogote de Beckham, se movía Víctor Muñoz como un bailarín de danza moderna. Aparentemente paralizado. El técnico del Zaragoza no decía nada. Tras el partido explicó su situación: "Con el 3-0 en contra no pensaba en defender sino en marcar un gol. Teníamos tres atacantes [Cani era uno de ellos] y se estaban moviendo muy bien. Yo estaba tranquilo porque pensaba que íbamos a marcar y de hecho marcamos un gol que nos anularon".

Víctor Muñoz explicó que no puso a Cani a ayudar a Toledo hasta después del descanso. "Yo no pensaba en defender porque un gol nos hacía pasar la eliminatoria", dijo; "lo que pasó es que en el arranque Beckham centró muy rápido, casi sin perfilarse, y no le dio tiempo a llegar a Toeldo. Y Cani estuvo un poco perdido entre líneas porque Zidane se metía entre el lateral y los centrales y hacía que los centrocampistas bajaran mucho".

"No tuvimos suerte", prosiguió el técnico del Zaragoza; "porque en los primeros minutos Ewerthon dio un cabezazo que paró Casillas con la pierna. Habría sido el 3-1 y nos habría resuelto todo. Luego en el vestuario hemos hablado del problema que teníamos en la banda izquierda nuestra. Y hemos dicho que lo teníamos todo a favor. Que teníamos que estar tranquilos porque hasta podíamos ganar".

César lanza un grito y a su lado Celades levanta los brazos.
César lanza un grito y a su lado Celades levanta los brazos.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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