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La autopsia no aclara si la violencia del arresto provocó la muerte del detenido en Marbella

El juez imputa a los cuatro policías locales un delito de homicidio imprudente

Javier Martín-Arroyo

El juez imputó ayer un delito de homicidio imprudente a los cuatro agentes de la Policía Local de Marbella (Málaga) que participaron el lunes en la detención de un hombre que falleció mientras era reducido con gran contudencia. Los policías fueron puestos en libertad sin fianza sobre las 22.00, ya que el instructor del caso estimó que la autopsia del hombre, cuya identidad no se conoce aún, no es concluyente sobre la responsabilidad de los agentes, y porque considera que no hay riesgo de que éstos se fuguen. Las otras dos personas detenidas el lunes salieron en libertad sin cargos.

Los primeros resultados de la autopsia practicada ayer por la mañana al cadáver del hombre no permiten concluir la causa de su muerte. No obstante, las lesiones que presentaba el cuerpo no justificarían en sí el fallecimiento, según los forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga. Los motivos del deceso tardarán en conocerse "entre diez y quince días", que es el tiempo que se espera que tarde el Instituto de Toxicología de Sevilla en analizar las muestras de tejidos y fluidos que se han extraído del cadáver para su estudio toxicológico.

El Cuerpo Nacional de Policía seguía ayer intentado averiguar la identidad del fallecido, de 120 kilos de peso y de posible nacionalidad británica. Para ello se han enviado sus huellas dactilares a todos los organismos policiales internacionales. Según fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga, las pesquisas "van por buen camino". Nadie acudió ayer al cementerio de Málaga a reclamar el cadáver.

Versiones distintas

El titular del Juzgado número 2 de Marbella, Francisco Urquía, que investiga el caso, imputó a los cuatro agentes detenidos un presunto delito de homicidio imprudente, aunque los dejó en libertad sin fianza ante la falta de conclusión de la autopsia y por la improbabilidad de que los imputados huyan de la justicia. Urquía decretó la libertad sin cargos para los dos empleados de mantenimiento de un hotel cercano al lugar del suceso, en el centro de Marbella, y que ayudaron a los agentes a inmovilizar al detenido. Los cuatro agentes, que fueron arrestados tras los hechos, fueron llevados sin esposar a las 8.20 a los juzgados para declarar durante toda la jornada. Por la tarde prestaron declaración los testigos protegidos. Dos de los agentes llevan más de 15 años en el cuerpo, y los otros, seis y tres.

A las 14.30 del lunes, el fallecido salió de darse un baño vestido sólo con un pantalón de pijama. A partir de ahí, las versiones difieren. "El señor salió del agua haciendo ruidos a causa del frío. Dos policías le cogieron y empezaron a pegarle hasta que lo tiraron al suelo, y boca abajo le pusieron las esposas. Otro agente se bajó de la moto y le puso la rodilla en el cuello y contra el suelo lo asfixió. Le dije que le quitara la rodilla, que lo estaba asfixiando", relató ayer a este periódico uno de los testigos. Un camarero de un bar sito frente al lugar que sucedió la escena, coincidía en el relato, y añadía: "La gente protestaba. Cuando se dieron cuenta, los agentes lo intentaron reanimar y llamaron a la ambulancia que tardó 10 minutos. Le intentaron sacar la lengua con unos guantes, pero estaba muerto".

Por el contrario, el superintendente de la Policía Local, Rafael del Pozo, afirmó que antes del incidente el fallecido insultó a los viandantes y se mostró "muy agresivo". Según su versión, los cuatro agentes acudieron al lugar y lograron reducir al hombre con la ayuda de los dos empleados. "Cuando comenzó a echar espuma por la boca y se avisó a la ambulancia, llegó el médico, pero la persona ya era cadáver". "Los agentes están tranquilos, pero es un trago delicado", añadió Del Pozo. Éste recordó que uno de ellos había sido condecorado tras rescatar a un bebé antes de que se ahogara en una piscina.

La alcaldesa y delegada de Seguridad marbellí, Marisol Yagüe, declinó hacer declaraciones. En su nombre habló su jefe de prensa, quien pidió "precaución y cordura antes de sacar conclusiones precipitadas del caso". La portavoz local del PP, Angeles Muñoz, aseguró que "es intolerable que la alcaldesa no haya salido a dar la cara". Por su parte el portavoz del PSOE, Silvestre Puertas, no descartó que en un futuro se pida la creación deuna comisión de investigación.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, de visita ayer en Tenerife, pidió asimismo cautela: "Las detenciones tienen que aclararse y no vamos a adelantar acontecimientos hasta que no tengamos un relato de los hechos preciso".

El Defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, mostró su interés por la verdad ante las diferentes versiones: "Queremos llegar hasta el fondo de esta situación, que lamentablemente y si se confirma, no es nueva. Con toda la cautela del mundo, y teniendo en cuenta la presunción de inocencia, veremos cómo ha sucedido esta muerte", afirmó.

Policías locales de Marbella cubren el coche que sacó anoche de los juzgados a los compañeros acusados.
Policías locales de Marbella cubren el coche que sacó anoche de los juzgados a los compañeros acusados.JULIÁN ROJAS

Concentración ante la Comisaría

Los casi 500 agentes que componen la plantilla de la Policía Local de Marbella se movilizaron para apoyar a sus cuatro compañeros detenidos. En la noche del lunes, y tras ser arrestados los dos agentes que redujeron al hombre extranjero y la pareja motorizada que acudió en su ayuda, alrededor de un centenar de sus compañeros se concentró ante las puertas de la Comisaría de Marbella para expresarles su solidaridad. En la mañana de ayer, los protagonistas madrugaron para evitar la fotografía de su traslado a los juzgados, que se realizó, sin esposar, a las 8.20.

Decenas de periodistas comenzaban poco después una guardia de 15 horas esperando la salida de los policías en una ciudad acostumbrada a los sobresaltos. "A estas alturas estamos casi inmunizados contra los escándalos", comentaba con sorna un fotógrafo. Durante el resto de la jornada, los vehículos todoterreno de la policía estuvieron yendo y viniendo en los alrededores de los juzgados entre numerosos agentes de paisano.

A mediodía, el juez que instruye el caso, Francisco Urquía, salió a almorzar a un restaurante frente a los juzgados. A la pregunta de cuánto durarían los interrogatorios, fue lacónico: "No lo sabemos", contestó con prisa.

A la salida de los policías imputados se produjo un tumulto en el que un agente de paisano, que intentaba evitar que los redactores gráficos tomaran imágenes de sus compañeros, agarró por el rostro a un camarógrafo de Antena 3 y lo empujó contra un muro.

Desde que en 1991 el ex alcalde Jesús Gil hiciera de la seguridad su bandera electoral, los agentes de la Policía Local han ido aumentando sin freno al tiempo que se les equipaba con abundantes medios durante la época de plenitud económica de las arcas municipales, hoy casi en estado de ruina. Sin embargo, muchos ciudadanos pasaron de temer a los delincuentes a estar aterrados ante la posibilidad de toparse con la Policía. En los últimos años han sido muchas las quejas ciudadanas presentadas por los vecinos por malos tratos y excesos.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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