La Liga se tensa

La derrota del Barça ante el Atlético ha tensado la Liga. Los goles de Fernando Torres y Maxi Rodríguez en el Camp Nou introducen una gota de incertidumbre a un campeonato que el Barcelona ha dominado con suficiencia y estilo. Llevaba catorce victorias consecutivas y ahora lo asalta el infortunio: el último es la lesión de Messi, que no estará en Mestalla el próximo domingo. Allí le espera el Valencia, situado a nueve puntos. La cita agranda las expectativas porque mide al primero con el segundo y pone al acecho al Madrid, a diez puntos del líder. Como perseguidor, el Madrid ha sufrido el desgaste de las lesiones y el descabezamiento del banquillo. Ahora da síntomas de recuperación. Ha recuperado a Ronaldo y Raúl se pone a punto para competir. Lo hará en cualquier momento y su equipo lo agradecerá, porque de los tres litigantes por el título el Madrid es el que afronta el calendario más exigente durante el próximo mes: ocho partidos, frente a seis del Barcelona y cuatro del Valencia.

- Deco no ve motivos de preocupación. El día después de la derrota contra el Atlético el Camp Nou apareció semidesnudo, informa Noelia Román. Le faltaba buena parte de su criticado césped. La imagen pareció una metáfora del discurso que se ha impuesto en el club azulgrana tras los dos últimos tropiezos: no existe crisis -el césped, según sus responsables, tampoco estaba en un estado tan lamentable-, hay que asumir los errores cometidos y hacer borrón y cuenta nueva para recuperar el camino del triunfo en un mes decisivo.

El Barça confía en viajar este fin de semana a Valencia, su máximo rival en la Liga, liberado de algunas de las cargas que ha arrastrado en los últimos días. Pero ayer recibió una mala noticia: Messi, con una elongación del bíceps femoral de la pierna derecha, tiene para unos diez días y no disputará el encuentro. Frank Rijkaard pierde así a otra de sus bazas ofensivas, sin saber si recuperará a Ronaldinho, pendiente aún de que el Comité de Apelación decida si le retira o no la tarjeta roja que vio en Copa, ante el Zaragoza. El técnico azulgrana recupera a Eto'o -eliminado Camerún de la Copa de África, el jueves se incorporará a los entrenamientos-, pero, en defensa, mantiene la duda de Márquez, afectado de una sobrecarga muscular en las dos piernas.

"No tener a Ronnie, Eto'o, Xavi... siempre es difícil para cualquier equipo", dijo Deco. "Son jugadores importantes y, sin ellos, el equipo pierde un poco de fuerza. Los echamos de menos, aunque eso no sirve de excusa para las últimas derrotas: perdimos porque jugamos mal".

A tenor de sus palabras, no parece el mejor panorama para enfrentar el Valencia. Y, sin embargo, los azulgrana se muestran optimistas ante el que Deco calificó como "uno de los partidos más importantes que nos quedan por disputar". "No tenemos por qué preocuparnos, no creo que estemos en una racha negativa", aseguró el centrocampista portugués. "Contra el Atlético jugamos mal, fallamos demasiado y pagamos un alto precio", abundó, tras reconocer que se siente "más cómodo" jugando como medio centro que en la banda, como hizo ante los rojiblancos en la primera parte.

- En Mestalla no queda papel. En medio de una gran expectación, las entradas para la visita del Barça a Mestalla (Canal +, 21.00) se agotaron ayer por la mañana. El técnico valencianista, Quique Flores, recupera para ese duelo crucial a Baraja, sancionado ante el Deportivo, pero pierde por casi dos meses a Kluivert, que será sometido en Holanda a una artroscopia en la rodilla izquierda. En realidad, el delantero holandés ha estado martirizado por las rodillas desde que fichó el verano pasado por una temporada. Probablemente será la única. El Valencia ya retrasó 15 días su contratación porque descubrió precisamente que Kluivert se había operado la rodilla derecha sin avisar. Esto no altera, sin embargo, el optimismo instalado en el Valencia, que suma 11 partidos invicto y confía más que nunca en su goleador desbocado, David Villa.

Los jugadores confían en la recuperación de un estilo que les elevó al campeonato en 2004. El hombre más condicionado por esta forma febril de llevar los partidos es Pablo Aimar. Pues bien, ayer el argentino también celebró el retorno al búnker: "Frente a equipos poderosos", declaró Aimar en Canal 9, "nuestra virtud es el trabajo constante y estamos dando guerra que no es poco. Estamos haciendo una buena temporada, esperando a que caiga el Barça y el Madrid. Es dificilísimo ser campeón".

El centrocampista brasileño Edu, que hoy empieza a entrenarse con el grupo tras superar la grave lesión de ligamentos que sufrió en agosto pasado, advirtió la importancia de su compatriota Ronaldinho: "Marca las diferencias y el Barça acusa su baja". El Valencia conocerá hoy si el Comité de Competición le sanciona por el monedazo que golpeó en la ceja de un asistente del choque de Copa del Rey ante el Deportivo en Mestalla.

- El capitán madridista, listo "en dos semanas". Exceptuando al portero Diego López, que se repone de una rotura fibrilar, el Madrid vació ayer su enfermería. El hecho es novedoso en la temporada con más infortunios físicos desde la 1999-2000. A excepción de Ramos y Robinho todos los jugadores del Madrid han padecido algún problema físico más o menos grave. La peor parte le tocó a Raúl, que el 20 de noviembre sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Pero ayer Raúl se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros. Sólo le queda probar la resistencia de su rodilla en la competición.

Raúl jugó ayer un partido y se incorporó de lleno al ensayo colectivo después de 77 días. "En dos semanas está jugando", vaticinaron sus colegas tras verle en el campo. Los médicos y los fisioterapeutas del club se muestran más cautos. Pero tampoco descartan la posibilidad de una convocatoria que podría producirse de un momento a otro. Tal vez para recibir al Alavés en Liga, tal vez para enfrentarse al Arsenal el próximo 21 en el Bernabéu. "No nos ponemos plazos", dicen los médicos. "Pero la rodilla de Raúl tiene una estabilidad magnífica".

Los médicos del Madrid destacan la "impresionante" fuerza de voluntad de Raúl. Durante dos meses, el delantero ha trabajado sobre la rodilla una media de cinco horas diarias bajo la supervisión del cuerpo médico, el recuperador José Luis San Martín, y su fisioterapeuta de confianza, Pedro Chueca. Ha hecho ejercicios de fuerza, de velocidad, y de resistencia. Ha pasado por el gimnasio, la piscina, el campo y la montaña, en sesiones de mañana y tarde. Quienes le han acompañado en el gimnasio de pesas aseguran que ha levantado "más kilos que un estibador".

Para comprobar la resistencia de sus rodillas Raúl hizo carreras cuesta arriba enterrado en la nieve de la sierra de Guadarrama, en la localidad madrileña de Cercedilla. La articulación no le ha dado problemas. Las partes blandas de la rodilla han cicatrizado y ahora los especialistas esperan la prueba final. "Sólo diremos que la recuperación ha sido un éxito cuando Raúl haya jugado cuatro partidos sin inconvenientes", dicen. "Él está recuperado como atleta; ahora debemos saber si está recuperado como futbolista".

El proceso de curación de Raúl ha seguido un cauce arriesgado. Ante la disyuntiva entre la intervención quirúrgica y un tratamiento incruento el delantero optó por la única opción que le daba tiempo de jugar el Mundial de Alemania en junio. Si se operaba, los médicos del Madrid estaban convencidos de que no habría llegado al Mundial en buenas condiciones. El carácter parcial de la rotura, unido a otros factores, como la morfología de las piernas del jugador, favoreció este procedimiento.