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EL ENREDO
Columna
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Sexo sin compromiso

EN EL ENCABEZAMIENTO de todos los acuerdos políticos debería figurar una frase preventiva: "Atención, esto no es más que sexo sin compromiso". Eso no devalúa el acuerdo. El sexo es muy importante. Pero si una de las partes cree que hay algo más... Amigo, ahí comienzan los problemas, vienen las quejas, y todo es llamar a Hablar por hablar: "Yo tenía un socio de Gobierno, y me ha dejado plantado por otro y, y, y bueno, si hay alguien más en mi caso, me gustaría que llamara". ¡Y tanto que hay más en tu caso! La vida política está llena de casos así, amigo Carod. Ánimo, machote. Quien no se haya visto en la situación de Carod con ZP que tire la primera piedra.

Recordemos que en el PP pasaron de llamar a Pujol enano a tratarle como a un pívot de la NBA. Recuerden cómo le susurraba Aznar al oído: "Complétame la mayoría, Jordi, que la tengo insuficiente". Y Jordi respondía: "Pídemelo en catalán, que estamos en la intimidad". Y después, con mayoría absoluta, a Pujol le devolvieron a su estatura original. En sólo dos legislaturas del PP, Pujol crecía y encogía como Alicia con la galleta. Fíjense que ahora, desde Convergència i Unió, se dice que el PP está abriendo heridas con Cataluña que tardarán mucho en cicatrizar. Mucho. Por lo menos, por lo menos, tardarían un mes. Depende. Si dos se necesitan, no hace falta amor para tener sexo. La política es como la vida misma. Fíjense en otra cosa: en el PP están llevando esta política desbocada de sembrar vientos Rajoy, Acebes y Zaplana. Pero hay una segunda línea, formada por Gallardón, Feijoo y Piqué que, si las circunstancias lo requiriesen, serían ideales para un revolcón con nacionalistas de baja intensidad.

Ahora acaba de nacer el acuerdo entre ZP y Artur Mas. En un acuerdo así, todo es hermoso, brillante, explosivo

Ahora no toca, por supuesto. Ahora acaba de nacer el acuerdo entre ZP y Artur Mas. En un acuerdo reciente, todo es hermoso, brillante, explosivo. ¡Puede confundirse ese brillo con el espejismo del amor! Pero no. Es sólo sexo. En este caso, hasta parece que incluso hubo el cigarrito de después (y el cigarrito de durante, que también tiene mérito) y se han prometido cigarrillos futuros. Sí. Lo que sea. Pero hay que advertirlo: es sólo sexo. Dirán que la mayor prueba de sinceridad es que, por Arturo, José Luis abandona a Pasqual y a Josep Lluís. Dos por uno, Mas, qué más quieres. Pero es sólo sexo. Si no aspiras a más, no hay problema; pero siempre hay que tener presente la doctrina de Benedicto XVI: "El sexo sin amor conduce al vacío". (Es verdad que no puede evitarse una reflexión sobre la rara autoriad que los papas se arrogan sobre sexo, pero hay que admitir que son expertos: llevan siglos prohibiéndolo).

Cuando se rompe un acuerdo siempre hay una parte a la que le queda cara de tonto. ¿Pero esto no era...? No, no era. ¿Pero tú no me dijiste...? Sí, te dije. ¿Pero entonces tú me...? Sí, te. Es como un juego de pillos: el que se lo cree, palma. Sin embargo, teniéndolo presente, puedes disfrutar del momento. Citando a Miguel Bosé: "La felicidad dura lo que dura un orgasmo". Ningún político debería ignorar eso.

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