La inflación interanual se situó en enero en el 4,2% por el coste de la energía

La inflación española ha comenzado el año fuera de control. El índice de precios al consumo armonizado (IPCA, calculado con el método de la UE) se aceleró en enero al 4,2% en tasa interanual, cinco décimas más que en diciembre y más del doble del objetivo para el año (2%), según el indicador avanzado del Instituto Nacional de Estadística (INE). En enero del año pasado, el IPC cayó el 0,8%, por lo que este mes de enero la caída, no adelantada por el INE, habrá sido del entorno del 0,3%. Esta diferencia se debe principalmente a la energía.

La economía española pierde competitividad a pasos de gigante. La tasa de inflación es la más elevada de la zona euro -el diferencial de precios se sitúa ya en más de 1,5 puntos- y a los exportadores les cuesta cada vez más vender sus productos. La subida interanual del 4,2% en enero del IPCA (referencia para calcular el índice de precios de la UE) es la más alta desde que se publica este indicador, hace nueve años. En caso de que coincida con el IPC general, que se conocerá el 16 de febrero, se tratará del mes de enero más inflacionista desde 1995.

A falta de que el INE publique con detalle qué componentes del IPC han subido más en enero, todo apunta a que la energía ha sido de nuevo la principal responsable, lo que contrarresta las caídas que se producen por las rebajas. El barril de brent -petróleo de referencia en Europa- comenzó el año a 60 dólares el barril y finalizó el mes seis dólares más caro. Además, ese índice recoge las tradicionales subidas de principios de año, que en esta ocasión afectaron a la luz, el gas, los peajes, algunos transportes, tasas aeroportuarias y alimentos, entre otros productos y servicios. El dato de enero también refleja la habitual subida del precio de los alimentos en la última semana de diciembre.

"El dato de enero es una décima peor de lo que calculábamos, pero se esperaba que los precios subieran a este ritmo, sobre todo por las revisiones de precios del primer mes del año y el alza del crudo", explica Nuria Bustamante, analista de Caja Madrid. La entidad prevé que la inflación se corrija para terminar el año en el 3,1%-3,2%.

El Ministerio de Economía y Hacienda quiso enviar ayer un mensaje tranquilizador. Se trata de "una subida transitoria", a juicio del departamento que dirige Pedro Solbes. El incremento no responde a problemas estructurales, sino al crudo. Además, se produce un efecto escalón, ya que en el mismo mes del pasado año el IPC se redujo ocho décimas (en enero de 2006 la reducción mensual fue de tres décimas). Economía prevé una mejora del IPC a partir del primer trimestre.

Menos optimista se mostró el PP. El portavoz de Economía de este partido en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, exigió al Ejecutivo que "con el mejor talante" tome medidas para invertir esta tendencia inflacionista, puesto que se está "castigando" la competitividad de las empresas. Estas críticas fueron rechazadas por la secretaria de Política Económica del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien achacó el alza a los "máximos históricos del precio del petróleo" y dijo que no conviene sacar conclusiones "catastrofistas".

Mientras tanto, UGT pidió a las empresas y a las Administraciones que se "comprometan" con la situación actual a la hora de fijar las tarifas por sus servicios y recordó la contribución de los sindicatos y los trabajadores a la reducción de la inflación con la firma la prórroga del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva, por la que se "promueve una evolución moderada de los costes salariales".