El juez no ve delito en el caso del incendio que arrasó el Windsor
Los afectados podrán reclamar ahora en la jurisdicción civil el pago de los daños
El juez que instruye el llamado caso Windsor (el incendio que destruyó un céntrico rascacielos de Madrid de 28 plantas el 12 de febrero de 2005) archivó ayer la causa en su vertiente penal. Entiende que "no existen indicios" de que el fuego fuese "intencionado". El juez Mariano Ascandoni, del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, decreta el archivo porque en ningún lugar del edificio se hallaron "acelerantes de combustión" y tampoco cabe atribuir a nadie responsabilidad penal en la evolución del fuego.
El magistrado hace "expresa reserva de acciones civiles" a los afectados. Deja abierta a los damnificados la posibilidad de que acudan a la vía civil para dilucidar allí quién debe hacerse cargo de los cuantiosos daños. La resolución definitiva de este asunto en la vía civil puede tardar, si se llegara hasta el Tribunal Supremo, entre cinco y siete años, según fuentes jurídicas.
El juez entiende que no cabe hacer ningún reproche penal ni a la actuación de los vigilantes de seguridad del edificio ni a los bomberos, y que del resultado de los informes científicos tampoco se puede determinar la causa concreta que originó el incendio. "Únicamente se ha determinado un solo foco primario de fuego, situado en la planta 21, despacho 2.109", señala. El juez también exculpa de toda responsabilidad a la directiva de la empresa Deloitte, que admitió que fumó varios cigarrillos y trabajó hasta poco antes de que sonase la alarma en la misma planta del Windsor, la 21, en que se declaró el incendio. El magistrado señala: "Si bien la empleada admite que durante el periodo de tiempo indicado fumó varios cigarrillos, el último una media hora antes de irse del lugar, afirmó haberlos apagado correctamente".
El juez exonera de responsabilidad penal la actuación de los vigilantes de seguridad del edificio. Según Ascandoni, su actuación "se atuvo a los parámetros normales de exigibilidad a tenor de la situación que se produjo". Los peritos de Allianz, la aseguradora del Windsor, han atribuido a los vigilantes cierta negligencia por no haber puesto los medios para sofocar el fuego en su inicio. Nada más sonar la alarma, un vigilante subió a la planta 21, y a través de los cristales de una puerta vio una llama de unos 50 centímetros de altura que manaba del suelo, pero ni tenía las llaves ni pudo abrir la puerta para apagarla.
Actuación de los bomberos
Respecto a la actuación de los bomberos y sus mandos, también cuestionada por los peritos contratados por los dueños del Windsor, el juez destaca que no hay ningún "indicio que permita tildar" su actuación "de no adecuada a efectos penales". Los peritos del Windsor han señalado que los bomberos sólo atacaron por dentro el fuego durante poco más de 10 minutos, hasta que se dio la orden definitiva de evacuación. Para el juez, la orden de desalojo final del inmueble dada por los mandos de los bomberos se adoptó porque "había un riesgo evidente", dado que antes de la evacuación se produjeron "diversos desprendimientos del falso techo sobre diferentes" bomberos, "con serio peligro para su integridad física".
El juez también se pronuncia sobre el butrón que apareció en la pared de una de las oficinas situadas en la zona del garaje del Windsor y que comunica con el interior del edificio a través de los sótanos. Según el juez, "en el informe pericial relativo al origen y causa del incendio se hace constar que se trata de un agujero de pequeño tamaño por el que difícilmente pasa una persona delgada", lo que desbarata que alguien entrase por ahí para quemar el edificio.
Siluetas humanas
El juez se hace eco en el auto del vídeo del edificio en llamas en el que se veían focos de luz y sombras con figuras humanas con posterioridad a que los bomberos evacuasen el edificio. El juez descarta que se tratara de un reflejo "proveniente del exterior". "Aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio, no existe evidencia alguna de que ello hubiera haber tenido alguna incidencia en la causación o propagación del fuego".
Fuentes del Ayuntamiento de Madrid indicaron ayer que "esperaban el archivo del caso Windsor por considerar que no era posible probar responsabilidad penal alguna [de los bomberos] en el siniestro". Estas fuentes añadieron que el asunto terminará en la vía civil, que será "larga", porque "hay mucho dinero en juego", e indicaron que "la estrategia" de algunas de las otras partes "es buscar que alguien pague, la Administración, los ciudadanos al fin y al cabo", precisaron.
La firma Deloitte, inquilina de una parte del edificio, también aplaudió la decisión del juez, que desmonta cualquier responsabilidad sobre su empleada.
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