El Madrid se desinfla frente al CSKA

Una vez más, y van siete consecutivas, el Madrid sucumbió a la exuberancia física del CSKA de Moscú. Como el año pasado, los rusos alcanzaron el triunfo en la prórroga, después de arrollar al cuadro de Bozidar Maljkovic en un nefasto final de partido.

Con sólo seis puntos anotados en el último periodo, por no mencionar los cinco de la prórroga, el Madrid adoleció de los hígados que Unicaja Málaga expuso sobre el parqué hace 15 días. Precisamente ante los moscovitas, ante el presupuesto más goloso de Europa, los de Sergio Scariolo vencieron en el tiempo extra. Anoche, en Vistalegre, el Madrid evidenció lo contrario. Que no atraviesa por un momento dulce, que suda y sufre para ganar. Tanto que su punto fuerte, la carrera y el músculo, no le llegó para echar el pestillo a un partido que tenía en sus manos y que terminó como empezó. Con los rusos, en esto del baloncesto peores que los hunos, avasallando de lo lindo.

El choque del pasado domingo en Badalona pasó factura a los pretorianos de Maljkovic. Lo ejemplificó Bullock, nulo en el último cuarto de hora. El Madrid, tan dependiente del norteamericano, acusó el golpe. Sin él en los minutos de la verdad, poca chicha había que mascar. Por algún lado tenía que salir a flote la apurada clasificación para la Copa del Rey. Felipe Reyes fue el único que contuvo el tirón inicial del CSKA. Resulta que 10 de los primeros 12 puntos del Madrid los firmó el pívot en el primer cuarto. Harto de que tan sólo le reconozcan el trabajo sucio, de las charlas referentes a sus actitudes innatas para con el rebote (13), se lio a encestar desde la pintura. Cuando el carburador no le dio para más reaparecieron Andersen y Langdon.

Fue el principio del fin. Ocurrió en el último cuarto, donde el Madrid desperdició una renta de 13 puntos (60-47), tras una excelsa remontada que no se habría producido sin cuatro triples consecutivos de Rakocevic.

Papaloukas y los suyos, sin embargo, no habían dicho su última palabra, y a los gladiadores, cosa rara, les entró el tembleque. No cerraban el rebote, las selecciones de tiro eran forzadísimas, los ataques más estáticos que el escondite inglés... Y los madridistas, displicentes, regalaron un partido que tenían ganado.

Clasificación: 1. Unicaja (10 victorias, 2 derrotas). 2. Panathinaikos (10 -2). 3. CSKA Moscú (8-4). 4. Real Madrid (7-5). 5. Ulker Estambul (4-8). 6. Pau Orthez (4-8). 7. Montepaschi Siena (3-9). 8. Partizán (2-10).