Gronholm triunfa en el Rally de Montecarlo y Sordo encandila

El finlandés Markus Gronholm (Ford) se encontró con el triunfo en el Rally de Montecarlo, cuando al final de la primera etapa, el campeón mundial Sebastien Loeb (Citroën Kronos) sufrió un accidente y fue penalizado con cinco minutos. Gronholm ganó, pero Loeb remontó y concluyó segundo.

La penalización llevó al piloto de Kronos a la octava posición al final del primer día, a tres minutos y 44 segundos de Gronholm. "El rally está perdido, pero no voy a rendirme", confesó entonces Loeb. Y cumplió. Ganó las cinco pruebas de la segunda etapa que se disputaron -la penúltima fue suspendida por exceso de público-, y fue escalando hasta situarse ya cuarto.

Ayer, Gronholm seguía inasequible para Loeb, pero el francés se marcó el objetivo de alcanzar a los Peugeot de Toni Gardemeister y de Manfred Stohl. Les tenía a poco más de medio segundo. Y atacó de nuevo: se impuso en tres de las cuatro primeras especiales y siguió atacando hasta el final. Sólo Gardemeister , uno, y Stohl, los dos últimos, ganaron tramos.

Lo de Loeb fue una auténtica exhibición, una demostración palpable de la superioridad de pilotaje que tiene cuando cuenta con un coche veloz y seguro. El mismo vehículo que conducen los españoles Dani Sordo y Xevi Pons, dos pilotos con una corta experiencia en el Mundial, pero que en Montecarlo brillaron con luz propia, concluyendo octavo y noveno, respectivamente.

Sordo, de 22 años, campeón mundial junior la temporada pasada, encandiló en lo que fue su debut con un World Rally Car (WRC) en el Mundial. "Ha sido el rally más difícil y más ilusionante de mi carrera", confesó al bajarse de su Citroën. "Tuvimos algún susto y no pudimos permitirnos florituras. Podíamos ir más rápido, pero con demasiado riesgo". Sordo fue segundo en una cronometrada y se movió habitualmente entre el cuarto y el décimo clasificados en los tramos. Pons, piloto oficial, hizo un quinto y no estuvo muy lejos del cántabro. Ambos correrán en Suecia del 3 al 5 de febrero.