"Cuando ocurren tragedias, uno se queda sin argumentos"
A sus 29 años, Marc Coma (Avià, Barcelona; 1976) es el segundo motorista español, tras Nani Roma (2004), que alcanza la gloria en el Rally Dakar. El actual campeón del mundo de raids no dio opción a sus adversarios y, a pesar de no haber ganado ninguna etapa, asumió el liderato desde el cuarto día. El piloto de KTM dedica el triunfo a su compañero de equipo Andy Caldecott, australiano y fallecido a causa de un accidente.
Pregunta. A pesar de las nuevas medidas para hacer el Rally Dakar más seguro, los tres muertos de este año, un piloto y dos niños, demuestran que queda mucho trabajo por hacer.
Respuesta. Cuando ocurren tragedias de este tipo, uno se queda sin argumentos para defender la carrera. Si es horrible que un piloto, que sabe el riesgo que corre, muera, lo que se debe evitar al ciento por ciento es que muera gente de fuera.
"Sólo pido que la gente que critica la carrera vaya a África para ver lo que hace por la gente"
"Trabajaré para volver a ganar. Los días se me hacen eternos cuando no me entreno"
P. ¿Es dura la opinión pública con esta prueba?
R. Sólo pido que la gente que critica el Rally Dakar vaya a África para ver lo que hace por toda esta gente. Lo que me fastidia es que existan sectores que demonicen la carrera sin conocer lo que están juzgando.
P. ¿Le duele no haber conseguido ganar ninguna etapa?
R. No. No había venido hasta aquí para ganar etapas, sino para ganar la carrera. Este rally es muy especial. Quien alcanza el triunfo final no es casi nunca quien más triunfos de etapa acumula. Nuestro plan era estar siempre entre los primeros y tratar de no cometer muchos errores. Ha salido a la perfección.
P. Al llegar al campamento cada tarde, su imagen era de total concentración. ¿Se preparó también mentalmente?
R. Desde que comencé a correr el Rally Dakar, en 2002, tengo un psicólogo deportivo. Me ayuda a plantearme los retos. La verdad es que no sé muy bien lo que hago con Pep [Font], pero me funciona muy bien a pesar de que, a veces, me parece que lo vuelvo un poco loco [risas].
P. ¿En ningún momento se ha visto perdido?
R. Si en algún aspecto soy mejor piloto ahora que antes es en el de la navegación. Jordi [Arcarons] sabía que, con la nueva reglamentación, ser un buen navegador sería básico y, por tanto, todo el año hemos trabajado este aspecto.
P. KTM le ofreció nuevas motos, pero su equipo decidió competir con el anterior modelo. ¿Fue la elección correcta?
R. Ahora estoy convencido de que sí. En principio, yo prefería correr con la moto nueva, pero Jordi me convenció. Una vez más, acertamos.
P. Ante una intersección, ¿cómo sabe que el camino elegido es el correcto?
R. En carrera, mentalmente, voy haciendo un árbol como el que hace un jugador de ajedrez durante una partida. Es como un mapa mental. Más o menos, me indica la dirección que estoy siguiendo. Cuando llego a un cruce, al igual que cuando el ajedrecista mueve una ficha, la decisión la tomo de forma instintiva. No sé por qué, pero, cuando la duda se me plantea, sé por dónde tirar.
P. ¿Ha pasado miedo en algún momento?
R. Conozco mi ritmo de carrera. La clave radica en no rodar por encima del ritmo de cada uno. Si lo haces, comienzas a comprar boletos para la lotería. En el Rally Dakar, a la larga, te toca y lo acabas pagando.
P. Toda su vida ha estado trabajando por este objetivo. ¿Va a seguir madrugando tanto para pegarse las palizas físicas que acostumbra?
R. Seguro. Ésta es mi vida. Tengo la gran fortuna de que mi trabajo me pirra y disfruto mucho levantándome temprano por las mañanas para salir con la moto y llegar destrozado por la tarde. Los días se me hacen eternos cuando no puedo salir a entrenarme. Entonces sí que me aburro.
