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"Es preocupante", admite Bianchi, de quien empieza a dudar el vestuario

Carlos Bianchi observó los minutos finales del partido con la boca abierta. El gol de Fernando Torres tampoco solucionó la nueva decepción rojiblanca. El delantero falló otras ocasiones y se lamentó. Pero la imagen del técnico fue la más elocuente. De pie y petrificado en la banda. Y no exactamente por el asombro. Era la sexta ocasión en la que los puntos se esfumaban en el último recodo de un partido. No había sorpresa pues. Sólo alarma. "Es preocupante", explicó después en la sala de prensa. "No es que nos echemos atrás, lo que pasa es que cada pelota aérea nos crea peligro. Los tres últimos goles que hemos encajado han sido así", constató el preparador. Los jugadores rojiblancos se han lamentado de que no se trabaja suficientemente el aspecto táctico. No ven vídeos de los rivales, comentan, en ese murmullo subterráneo de la plantilla que cada vez es más audible.

Sobre esa cuestión, la rebeldía que parece estarse gestando en el interior de su vestuario, Bianchi no quiso pronunciarse: "pregunten ustedes a los jugadores". Pero su respuesta dijo más de lo que aparenta a simple vista. La pregunta fue: "¿Se siente usted respaldado por la directiva y los futbolistas?". En la contestación se obvia a los dirigentes, que son partidarios de darle más tiempo y tienen, según comentan, confianza en que enderezará el rumbo. "Tengo contrato", comentó Bianchi, recurriendo al argumento obvio que cada entrenador desliza cuando ve su puesto en peligro. La plantilla rojiblanca alberga muchas dudas sobre su técnico. Un hombre que, curiosamente, se suponía que su gran fuerte es la psicología del futbolista. "Conozco a los jugadores porque he sido jugador", suele decir. Y es, precisamente, ese tipo de argumentos, una de las cosas que más nerviosos pone a los componentes de la caseta rojiblanca.

Asumió que es el "primer responsable" de la andadura del equipo y vaticinó mejores tiempos: "Vamos a salir de esta", pero redundó en su diagnóstico sobre los pesares que recaen en su equipo: " Parece que hay un momento en que nos empiezan a pesar las piernas", comentó, apuntando a un problema de mentalidad más que a alguna carencia táctica o técnica. un asunto que empieza a trascender lo meramente futbolístico para adentrarse en otros vericuetos de más compleja solución. El vestuario dice que está "triste".

Sobre los pitos del público y su petición reiterada de que petrov saltase al césped fue escueto: "Tienen derecho a pitar y a tener sus propios gustos". Bianchi no se escondió.

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