La Casa Encendida acoge la inquieta obra del 'furero' Marcel·lí Antúnez

Marcel·lí Antúnez, fundador de la Fura dels Baus, presenta en La Casa Encendida los próximos 9, 10 y 11 de diciembre su espectáculo Mondo Antúnez, en el que el artista catalán- nacido en Moià (Barcelona), en 1959- muestra su trabajo, "asociado a lo corporal y lo energético". Mondo Antúnez fue presentado en 2003 en el Mercat de les Flors de Barcelona y participó en el Festival Emergences / Biennal Numerique de Paris en 2004.

La performance Pol, tres instalaciones interactivas tituladas Tantal, Human machine y Alfabeto, y la proyección del documental El dibuixant, que recorre la trayectoria del artista, conforman Mondo Antúnez. "Mi trabajo está asociado a lo corporal y lo energético", explicó ayer en un descanso del montaje de las obras en el patio central de La Casa Encendida (ronda de Valencia, 2; www.lacasaencendida.com)

Pol, que se interpretará el viernes, el sábado y el domingo, a las 22.00, es "una fábula mecatróni-ca" con cinco robots, una pantalla panorámica y dos actores -entre ellos el propio Marcel·lí-, que sirve para "reforzar los mecanismos de identificación del espectador" y que se dirige a un público de todas las edades, dijo el artista. Esta performance recibió la mención honorífica en el apartado de arte interactivo del Festival Ars Electronica de Linz (Austria) -la cita más importante del género- y, desde su estreno en 2002, se ha presentado en Holanda, España, Italia, Austria y Francia.

Espectador protagonista

Las tres instalaciones, que Marcel·lí Antúnez denomina "prótesis emotivas" pueden verse entre las 17.30 y las 21.00. La instalación Tantal, producida para la Maison Eurepeene de la Photographie de Paris de 2004, es su obra más reciente, un trabajo que el artista define como "una pieza para adultos con un tratamiento formal, explícito y con contenidos agresivos que tocan temas tabú". El espectador es el protagonista, ya que un sistema informático capturará su rostro y lo adherirá al cuerpo de los actores de una película. Human machine recrea las máquinas tragaperras, aunque los tradicionales frutos y monedas se sustituyen por cuatro imágenes de danzantes. El premio consiste en un besuqueo virtual con uno de ellos.

Alfabeto, la única de las piezas de Mondo Antúnez que ya ha estado en Madrid, es una columna de madera con sensores táctiles que emite gemidos de angustia, placer, alegría o dolor y que reaccionará ante el espectador si éste toca o abraza el cilindro.

El documental El dibuixant, que se proyectará cada día a las 20.00, es una inmersión en la vida y obsesiones artísticas de Antúnez desde los años ochenta hasta hoy. El artista trabaja desde hace un año en un nuevo proyecto, Membrana, con tres módulos -fisiológico, escénico y visual-, que concibe como continuación de la instalación Tantal.