_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una trama de ganchillo

Presente en la última edición de la Bienal de Venecia, la portuguesa Joana Vasconcelos (París, 1971) es un fiel exponente del arte joven actual, que, en Occidente, se plantea críticamente los papeles sociales asignados en un mundo cada vez más cambiante y desestructurado. En esta misma dirección, casi sobra señalar que los medios artísticos de Vasconcelos son todo lo tópicamente atípicos que hoy se estila, lo que conlleva no sólo un uso de los materiales más versátiles y, como se suele decir, una hibridación de los lenguajes, sino convertir el conjunto de las piezas reunidas de la exposición en una instalación a modo de estático teatro de muñecos. Lo que Vasconcelos trata de narrar, mediante estas figuras, realizadas con madera, poliuretano, fibra de vidrio, cerámica e hilaturas tejidas con ganchillo, es el "aprisionamiento" del hombre actual, que asfixia o es asfixiado por prejuicios impuestos, que limitan o castigan su identidad social y física.

JOANA VASCONCELOS. OBRA RECIENTE

Galería Elba Benítez

San Lorenzo, 11. Madrid

Hasta el 30 de diciembre

De esta manera, vemos la esbelta y rutilante imagen de una top model, que avanza con estudiada elegancia acompañada por un perrito faldero, pero cuya silueta está anónimamente despersonalizada, dejando que los brillos rosáceos de su piel desnuda queden atrapados por la tupida malla de crochet.

A poca distancia, una gorda poco agraciada vestida sólo con un bikini muestra con mayor claridad el molde detallado de su feo cuerpo graso, pero, en esta ocasión, toda recubierta por decenas de esposas de plástico, que hacen de su piel una superficie patéticamente erizada de alargadas púas. Este mismo recubrimiento envuelve varios desnudos arrodillados con el mismo efecto, como el tatuaje textil del crochet será la malla envolvente de un hombre desnudo, varios perritos de aguas y hasta lo que parece el molde de unas nalgas o, quizá, una versión multicolor del inodoro de Duchamp.

Con lo dicho, es obvio el sen-

tido irónico, cáustico y más juguetón que ácido de estos iconos concertados por Vasconcelos, cuyo original refinamiento sensible parece más agudo que su ingenio post-pop. Quiero decir que la forma con que Vasconcelos se sirve de la artesanía popular de su país y, en general, la riqueza de recursos de su lenguaje formal resultan mucho más excitantes y convincentes que su discurso moral. Es éste un estigma muy de su generación, que ha invertido las características de lo que tradicionalmente se entendía como un arte "comprometido", antes, por así decirlo, groseramente contenido por voluntario descuido de la forma y ahora narrativamente igual de simple, pero por voluntario esmero formal.

'Guarda 1 y Guarda 2', de Joana Vasconcelos.
'Guarda 1 y Guarda 2', de Joana Vasconcelos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_