Dos muertos en Catadau al arder el colchón donde dormían

Una intoxicación por el humo procedente de un colchón que probablemente ardió por un cigarrillo mal apagado causó en la madrugada de ayer la muerte en la localidad valenciana de Catadau de un hombre y una mujer de avanzada edad. Cuando los servicios de socorro llegaron al domicilio, el hombre había fallecido. La mujer presentaba aún signos vitales, pero los intentos de reanimarla resultaron inútiles.

Dos ancianos de Catadau, Ernesto de 73 años y Edelmira de 71 años, murieron en la madrugada de ayer intoxicados por el humo que desprendía el colchón de la cama donde dormían al incendiarse por la colilla de un cigarro mal apagado.

El fuego fue advertido por los vecinos hacia las 5 de la madrugada que hallaron los cuerpos tendidos en el suelo de la habitación donde dormían. Ayudados por familiares de las víctimas sacaron los cuerpos a la puerta del número 21 de la calle Virgen del Carmen donde residían para tratar de reanimarlos. Ernesto, conocido en el pueblo popularmente por El Chaparro, había ya fallecido pero su mujer aún presentaba signos vitales pero finalmente tampoco reaccionó a los intentos de reanimación.

Al parecer la pareja, que vivía sola, se dio cuenta de que la cama se quemaba e intentó sofocar el incendio pero su "limitada movilidad" según el alcalde de Catadau, Rafael Pellicer, se lo impidió.

Los bomberos de los parques de Alzira y Silla que colaboraron en la extinción del incendio certificaron que la muerte de ambos ancianos les sobrevino por la inhalación del humo provocado por el incendio, que afectó a una galería y a la habitación situada junto a la entrada de la modesta vivienda, que tan sólo ocupa una planta baja.

Los sanitarios del SAMU que se desplazaron hasta Catadau en dos ambulancias certificaron la muerte de la pareja cuyos cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarles la correspondiente autopsia.

El fallecimiento de Ernesto y Edelmira, que eran muy populares en Catadau, en trágicas circunstancias ha llenado de consternación a este pequeño municipio de la Ribera Alta de 2.200 habitantes que ostenta la capitalidad de la subcomarca del Marquesat.