Las muertes por accidente en la construcción se reducen notablemente en la provincia de Málaga
El sector de la construcción en Málaga, que da empleo a casi 100.000 personas, alcanzó el año pasado unas cotas de siniestralidad laboral muy alarmantes, con 22 obreros fallecidos. En total se produjeron 12.896 accidentes, un 10% más que el año anterior.
Este año, la evolución es muy favorable. CC OO tiene contabilizadas tres muertes en los primeros 10 meses del año, aunque las estadísticas de la Junta elevan el número de fallecidos a 6. En el peor de los casos, no es ni la tercera parte de los fallecimientos producidos en el fatídico año 2004, aunque el número total de accidentes hasta septiembre (10.895) ha aumentado un 15,8%, si bien descienden los graves.
Según el secretario provincial de la federación de Construcción de CC OO en Málaga,Salvador Rojas, la reducción de la mortalidad por accidente en el sector evidencia que el Plan Intersectorial de Málaga para la Prevención de Accidentes de Trabajo en la Construcción empieza a dar poco a poso sus frutos. Este programa piloto en Andalucía lo concertaron en 2001 las administraciones públicas, las centrales sindicales y la patronal de la construcción con el propósito de frenar las altas tasas de siniestralidad. De hecho, en las 81 empresas adscritas al programa, los accidentes se han reducido en un 80% en los últimos dos años.
El problema es que el número de empresas que lo aplican es muy reducido, y aunque en él están las principales constructoras, los sindicatos estiman que en Málaga operan varias decenas de miles de empresas de la construcción, algunas de ellas de tamaño muy reducido que aspiran a la subcontratación de trabajos. Las empresas adscritas al plan cuentan con 7.735 trabajadores, ni siquiera el 10% de los empleados que el conjunto del sector en la provincia.
"Hay empresarios que funcionan solo con un coche y un teléfono móvil, subcontratan obras y tienen a su servicio trabajadores muy en precario, sin ningunas medidas de prevención", se queja Rojas.
El plan contempla programas de formación obligatorios para todos los trabajadores, cursos y jornadas, y un seguimiento de las obras que se ejecutan y especialmente de las empresas con mayor siniestralidad en los que participa la inspección de trabajo. En los últimos dos años se realizaron 331 visitas de las que salieron 151 requerimientos en materia de seguridad. En el 98,6% de los casos se subsanaron las deficiencias. Para Rojas, aún hay mucho que mejorar y apunta como principal caballo de batalla la subcontratación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.