El museo de Cuatro Vientos, a peor

A los 23 meses de la victoria electoral socialista, a pesar de las buenas palabras de algunos cargos civiles del Ministerio de Defensa, las cosas del Museo de Aeronáutica de Cuatro Vientos no han mejorado, incluso están peor. El histórico Dragón Rapide que trasladó al general Franco de Canarias a Marruecos al principio de la Guerra Civil, lleva más de un año en el hangar 5 cerrado al público y mezclado absurdamente con reactores de combate. El avión Santander del vuelo a México de 1935, que se reconstruyó durante la anterior etapa socialista para el Quinto Centenario, en un traslado pésimamente embalado ha resultado destrozado. Lo mismo ha ocurrido con un valiosísimo motor que por su carácter histórico no podía salir del museo y se ha caído desde el camión que lo transportaba desde Santander. El avión más antiguo que se conserva en España y primero que voló de construcción nacional, el Vilanova-Acedo de 1911, al ser movido desde su lugar de honor al que cronológicamente correspondía al Dragón Rapide le han roto los amortiguadores.

Los recuerdos de "los aviadores ilustres 1911-1939" y de los pioneros del paracaidismo español, incluyendo los del fundador del museo, el coronel Antonio Linares y del historiador y académico, el general Ramón Salas Larrazábal, han sido retirados de sus vitrinas y sustituidos por una ostentosa colección de armas ligeras mal explicadas e impropias de un hangar de 1929.