Sergio García echa el lazo a 'Monty'
El español comparte liderato con el escocés Montgomerie, al que remonta seis golpes
El problema no era el maldito hoyo 18, donde Sergio García parecía sometido a un encantamiento en forma de bogey cada vez que ponía el pie en sus 415 metros. El malestar del castellonense se debía a algo más humano: el miedo a la victoria. Un temor que ayer padeció Colin Montgomerie, un tipo experimentado, con las vitrinas de su hogar atiborradas por 37 títulos. Un escocés recibido con honores por la reina Isabel II, un golfista que siempre viste de blanco y que fue el héroe de la Europa golfística en las Ryder Cup de 1997, 1999 y 2002. Hasta que ayer, conservador, cedió a la presión.
La tercera jornada del Volvo Masters que acoge el campo gaditano de Valderrama acabó con unas insospechadas tablas. Con hasta seis golpes de ventaja sobre García, el escocés postergó, a falta de la mitad del recorrido, su tercera victoria en Sotogrande (1993 y 2002), amén de su octava Orden del Mérito. El hoyo número nueve no sólo dejó sendos bogeys en las tarjetas de los dos golfistas; en esa bandera García dio paso a El Niño y Monty al irascible Colin. Habían intercambiado sus formas de jugar; habían dado paso al golfista bipolar. Ambos colíderes, empatados con 203 golpes, diez bajo par, se despedazarán al mediodía de hoy. Será el cierre a un duelo de dos jugadores que la armaron en la pasada Ryder. Europa logró entonces, en los links de Bloomfield Hills, un triunfo de calle (9,5-18,5) con García y Montgomerie de rematadores.
Hasta el noveno hoyo pintaron bastos para García, que con dos birdies y otros tantos bogeys se mantenía fiel al par del campo. "Me he dejado algunos putts en el camino, pero también he metido algunos buenos cuando tenía que hacerlo en los nueve segundos", sostuvo García.
Hasta el instante en que mudaron sus pieles, Monty embocaba una bola tras otra. La distancia aumentaba conforme se diluían los rayos solares de cuya falta se quejó el británico un día antes, mientras García apelaba a la heroica. Sin resultados. Jaleado por sus 25 años, García arriesgaba con el driver pero luego, bien posicionado en las proximidades del hoyo, no remachaba. Muchos lujos cuando por delante marcha Colin Montgomerie. Impaciente, García se atropellaba. Olvidaba que no hace falta acumular birdies para restar distancias. Así se presentaron en el hoyo 14: bogey para Montgomerie y Sergio García salvaba el par. Cinco de diferencia.
En el siguiente, el golfista español, más cerebral y menos apasionado, retomó la iniciativa con un birdie: cuatro golpes de distancia. Le siguieron dos más, en el 16 y 18 por ninguno de Montgomerie, que perdió los nervios y la ventaja en la penúltima bandera con un doble bogey. Acababa de zozobrar a lo grande, mandando la bola al agua en las tareas de aproximación al green. Su rostro reflejaba incredulidad. García había reducido cinco golpes de desventaja en cuatro hoyos, que no fueron seis porque le faltó decisión con el putter. "Lo de Colin le puede pasar a cualquiera", restó importancia el español.
Llegaron a los dominios del último hoyo, el 18, el demonio vestido de verde. El público corría para no perder detalle de la lucha en la hierba maldita de Sergio Garcia. No fue el caso. Caminó por la hierba sin ocultar la sonrisa. Estaba en racha. Colin, antes Monty, que unos hoyos antes se veía ganador, maldecía apretando las encías. El putt, una vez más, tampoco le entraba. Cero golpes de distancia que no impidieron a Montgomerie mantener la calma: "Sergio ha hecho un gran final le deseo mucha suerte", alabó. "Los dos vamos a pelear", fue su amenaza velada.
Clasificación tras la tercera jornada: 1. C. Montgomerie (Esc.) y S. Garcia, 203 (-10). 3. P. McGinley (Irl.), L. WestWood (Ing.), P. Broadhurst (Ing.) e I. Poulter (Ing.), 207. 7. J. M. Olazabal, 208. 8. M. Campbell (N. Zel.) y N. O?Hern (Aus.), 209. 10. S. Khan (Ing.), 210.
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