Mi amor
"A mediados de los años 90 comencé a ir a los cybers en mi barrio de Belgrano, de la ciudad de BsAs. Abrí una cuenta gratuita de Hotmail. Me di cuenta que esto iba a dejar en la calle a muchísima gente. Hacía años que enviaba cartas a todo el mundo, casetes y vídeos de música grabada por mí de lo que ocurría en el mundo del jazz argentino. Pero llegó Internet. Nunca más el viaje en tren hasta la aduana para retirar envíos de otros países, nunca más un viaje para conseguir un contrato para mis bandas de jazz. Las bandas se contratarían solas a través de la Red. Cuando llegué por vez primera a España, en 2001, iba cada mediodía a un cyber frente a la Universidad de Sevilla. Lástima que hace unos dos meses me anularon el buzón maxseligmann@hotmail.com sin previo aviso. Jamás debí guardar allí documentos, cartas, fotos que me eran de utilidad prioritaria. Todo se evaporó al éter. Aún así, si alguno le pregunta a mi esposa qué amo más, le contestará: Internet. Poder ver a los amigos con la camarita y, últimamente, hasta los barrios con el Google Earth. La Red nos busca todo lo que nos cae en la zabeca (cabeza)".
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