Galerna en el Cantábrico
La trainera de Astillero pidió el uso de corticoides para 16 remeros que se arriesgan a ser inhabilitados al negarse a un control del Gobierno vasco
Un total de 16 remeros de Astillero, la trainera cántabra de banco fijo que ha dominado las dos últimas temporadas con una superioridad casi absoluta, pueden ser inhabilitados para disputar regatas en aguas vascas por negarse a pasar un interrogatorio antidopaje el 24 de septiembre tras la Bandera de Hondarribia, que prácticamente cerraba la temporada. El asunto venía de antes. El 26 de agosto de este año, el club cántabro había presentado ante el Comité Antidopaje y de Control de la Salud de la Asociación de Clubes de Traineras (ACT) 16 solicitudes para proporcionar a sus remeros sustancias prohibidas, en razón a sus dolencias físicas. El corticoides era la base fundamental de casi todas las peticiones.
Ocho embarcaciones bajaron de 20 minutos, una marca inédita, en la Bandera de La Concha
En la ACT anidó la sospecha. Dieciséis remeros con dolencias médicas, necesitados de fármacos con corticoides y poco antes de la Bandera de La Concha -en septiembre y calificada como la olimpiada del remo- no pasaron inadvertidos. La ACT engloba algo así como la Primera División del remo, con un sistema de ascensos y descensos, y en ella se integran clubes de todo el Cantábrico: vascos, gallegos y cántabros, con presencia intermitente de asturianos.
Tras la Bandera de Hondarribia, el Gobierno vasco, a través de la Dirección de Deportes, decidió hacer un control por sorpresa que no se trataba tanto de un análisis como de un interrogatorio a los remeros para que explicaran el motivo del uso médico de sustancias prohibidas. Los especialistas, acompañados por ertzainas (polícias autonómicos) reclamaron a los remeros afectados por el uso terapéutico de corticoides y sólo los de Astillero se negaron a declarar, "si no era en presencia de su abogado", por considerarse agredidos en sus derechos, ya que contaban con la autorización del Comité Médico. La ACT y el resto de los clubes se han posicionado contra Astillero, que, a su vez, ha amenazado con llevar el caso a los tribunales ordinarios. Según los datos manifestados por la ACT, Astillero acumula el 70% de las peticiones de uso terapeútico de corticoides frente al 30% del resto de clubes. No obstante, el club cántabro recuerda que las peticiones fueron efectuadas en distintos momentos y que fueron autorizadas a la vez, lo que pudo levantar sospechas, amén de haber sido la trainera que más controles antidopaje ha sufrido y superado en la actual temporada. Además, Astillero ha anunciado demandas contra la ACT y contra los clubes que reciminaron públicamente su posición al amparo de que todas sus certificaciones fueron autorizadas por el Comité Médico, aunque éste posteriormente avisó de algo que le olía mal: que prácticamente la totalidad de la plantilla de Astillero necesite corticoides para remar no pasó inadvertido. Además, el club cántabro también denunció "engaño y coacción" en el control al que se le quiso someter en Hondarribia. La Federación Española pide cordura y calma antes de adoptar una postura.
Hasta ahora, la regatas de traineras apenas habían ofrecido algunos casos de dopaje por consumo de cánnabis, sin mayores consecuencias. La última Bandera de La Concha ratificó las dudas. Las ocho traineras bajaron de 20 minutos en el recorrido, algo reservado históricamente a los elegidos. "Algo pasa. No es normal", sentencia un ex remero. La galerna no ha hecho más que empezar en un deporte pequeño, pero casi profesionalizado.
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