La madre de la niña asesinada en Almería dice que vio juntas en dos ocasiones a las imputadas
La testigo protegida no identifica las voces que oyó la madrugada del crimen
Joaquina Cortés, madre de Montserrat Fajardo, la niña de siete años asesinada el 17 de marzo de 2002 en el barrio almeriense de Piedras Redondas, declaró ayer en el juicio que vio juntas a Juana Santiago y a su tía Engracia Santiago, La Mariqueña, ambas imputadas en el caso, en dos ocasiones diferentes "antes" de que apareciera el cadáver de su hija. El padre de Montserrat, Francisco Fajardo, aseguró que preguntó dos veces a Juana por la niña aquella noche en la puerta de su casa. Las testificaciones se siguen arrojando contradicciones.
Engracia Santiago manifestó ante el jurado popular durante el juicio que ella vio a Juana dos veces esa noche: al ir a llevarle un aerosol que necesitaba para la rodilla y cuando fue a recoger una rebeca a su casa.
Por su parte, Juana Santiago, sobrina de Engracia, declaró al inicio del juicio que cuando llegó a su casa con su hija Carmen María se encontró a su marido, a Engracia y a Antonio Fernández, El Follares, allí "con la niña tirada en el suelo".
El padre de la niña, Francisco Fajardo, también narró en la sala lo vivido aquella tarde cuando supo de la desaparición de Montserrat. Éste detalló que pasó por la puerta de la casa de Juana Santiago hacia las 21.50 o 22.00. "Le pregunté a Juana por mi hija y me dijo que no la había visto. Yo seguí buscándola. A las once, otra vez volví a pasar por allí y me la volví a encontrar en la puerta fumándose un cigarro. Estaba sola, no había nadie con ella", relató. Francisco Fajardo aseguró que no escuchó ninguna música en casa de Juana cuando pasó por allí. Sobre este período de tiempo también testificó una prima de la menor fallecida, Noemí Utrera, que la acompañó a la fiesta de cumpleaños a la que acudió esa tarde. Esta joven apuntó, a preguntas de la acusación particular, que vio sobre las 22.45 a Juana, a la hija de ésta, a La Mariqueña y a la "hija grande de La Mariqueña" en la puerta del domicilio de Juana Santiago. También, según su testimonio, les preguntó si habían visto a la niña y éstas respondieron que no.
La declaración de la testigo protegida constató que algo ocurría en el número 130 de la calle Sierra de Fondón del barrio del Piedras Redondas la madrugada del 18 de marzo. "Me fui al dormitorio de mi hijo a ver si había llegado y él ya dormía. Voy al aseo y oigo mucho ruido. Antes de los golpes se oye hablar a personas y a mí me fastidia un poco", explicó la testigo en la sala. Esta misma persona asegura que sobre las 21.00 pusieron la música "muy fuerte" en la casa de Juana Santiago y que, horas después, ya en la madrugada, pudo escuchar nítidamente la voz de su vecina Juana decir con contundencia: "¡Vamos ya, coño!". La testigo describió que oyó cómo la hija de Juana, la niña Carmen María, lloraba, al tiempo que escuchó a dos hombres discutir y que ninguno de ellos era el marido de Juana. "Una voz era un poco ronca y otra parecía más joven. Pero no le puedo decir lo que dijeron", matizó.
A preguntas de la defensa del matrimonio imputado en el asesinato, Antonio Fernández y Engracia Santiago, la testigo manifestó que no podría identificar las voces que escuchó. Dos agentes policiales testificaron en días pasados durante el juicio que la testigo identificó -sin ella saberlo, porque no conocía a la persona- el timbre de voz del hijo de Antonio El Follares y Engracia La Mariqueña
También declaró Cristina Rodríguez, la amiga que acompañaba la tarde de los hechos al hijo del matrimonio implicado . En declaraciones anteriores ante la Policía y el juzgado Rodríguez nunca dijo que estando esa tarde con Antonio Fernández, hijo del matrimonio, se parara ningún coche junto a ellos, algo que afirmó ayer. La chica, además, dijo que ella estaba en la calle cuando Antonio se acercó a hablar con alguien que conducía un coche. El Ministerio Fiscal hizo constar que Antonio El Follares dijo que vio a su hijo desde el coche "sin bajarse" y que éste iba acompañado por una chica en el interior del vehículo.
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