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La Real Sociedad adeuda 35 millones, según una auditoría del actual Consejo

El cambio de filosofía deportiva ha incrementado el gasto y lastrado la situación económica

La Real Sociedad acumula una deuda que supera los 35 millones de euros, según una auditoría encargada por el nuevo Consejo de Administración, presidido por Miguel Fuentes, que la hará pública hoy. Dicha deuda estaría explicada por el incremento en el coste de la plantilla y en otras actuaciones del club que, sin embargo, han aumentado el valor patrimonial de la entidad: instalaciones de Zubieta, local en el centro de la ciudad... Según algunas fuentes del anterior Consejo, que presidió José Luis Astiazarán, "la Real es el club menos endeudado en relación a su presupuesto".

El Consejo de Administración de la Real Sociedad se encuentra ante una tesitura compleja. Por un lado, quiere ajustar cuentas, literalmente, con los anteriores rectores. Pero, por otro, no quiere encender las alarmas que le corten la vías crediticias o de apoyo institucional, imprescindibles para su futuro. No sería extraño que, en la comparecencia de hoy, el resultado adelgace lo suficiente para que no se transmita la imagen de un club en crisis. Pero lo cierto es que la Real viene desangrándose económicamente, quizá como fruto de una política de personal que nadie ha sabido cortar.

Cuando la Real decidió romper la política de cantera y fichó a Aldridge en 1989, con buen resultado deportivo, hizo algo más que cambiar de filosofía. La vorágine compradora -39 extranjeros desde entonces- no sólo la despersonalizó, sino que, amén de su escaso rendimiento deportivo, fue encareciendo progresivamente una plantilla racionalizada por los objetivos del club. El éxito de Las Tres K -Kodro, Karpin y Kovacevic-, con los que la Real hizo negocios más que notables -4,2, 6 y 12 millones de euros, en sus traspasos al Barcelona, el Valencia y el Juventus, respectivamente- desaforó a una entidad acostumbrada a que le quitasen futbolistas a bajo precio.

Descontados estos tres jugadores, el negocio con los demás ha sido paupérrimo. Si se les añade la aportación deportiva de los portugueses Carlos Xabier y Oceano, fichados por John Toshack a principios de los 90, y de Nihat, también elegido por el técnico galés, el resto ha sido una amalgama de 23 nacionalidades con un fiasco absoluto que ha encarecido la nómina y frenado absolutamente una cantera antiguamente productiva.

El gasto se ha desbordado en la Real hasta el punto de encontrar problemas muy serios para hacer frente al pago de las fichas. El actual Consejo ha anunciado un déficit de unos 12 millones de euros para el presente ejercicio. El anterior ya asumía un déficit permanente de al menos 6 millones por temporada. Esta deuda puede haberse ampliado en el anterior mandato, pero sus rectores aseguran que han incrementado el patrimonio. "Para las nuevas instalaciones de Zubieta, las instituciones aportaron 1.500 millones de pesetas, pero el gasto fue mayor y tuvimos que pagarlo nosotros. También tenemos un local en el centro de la ciudad que vale unos 400 millones, aunque pagamos mucho menos. Y están Nihat y Kovacevic", recuerdan. Estosa dos jugadores tienen las fichas más altas de la plantilal.

La Real necesita aligerar sus costes y aumentar los ingresos, una receta difícil de cumplir. Sus negocios en la compraventa de futbolistas han sido muy ruinosos, salvo en el caso de Xabi Alonso, traspasado al Liverpool por unos 15 millones de euros. La lesión de Nihat impidió su traspaso al CSKA de Moscú por un dinero suculento.

La deuda de la Real está entre las más importantes de la Liga que ahora preside Astiazarán. No está en quiebra técnica, pero el rejón del que habló el presidente José Luis Orbegozo a finales de los 80 sigue clavado.

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