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Reportaje:

El mito romántico de Jean Vigo

La hija del genial realizador francés, muerto a los 29 años, habla en el Muvim de su padre y del cine documental y surrealista

Ferran Bono

Con tan solo cuatro filmes, 200 minutos de película, Jean Vigo se convirtió en uno de los mitos de la historia del cine. Además, murió muy joven de tuberculosis, después del accidentado rodaje de una de sus cumbres, L'Atalante (1934), una historia de amor que combina surrealismo y realismo en tono onírico. Tenia 29 años. En vida, su obra apenas tuvo éxito. Incluso, la innovadora película Cero en conducta (1933), un intento de exorcizar sus demonios infantiles del severo sistema educativo francés de entonces, fue prohibida por la censura durante 13 años. Todo ello ha configurado el "mito romántico" del cineasta, apuntó ayer Luce Vigo, hija del realizador francés, del que este año se celebra el centenario de su nacimiento.

Invitada a la primera sesión del ciclo de cine documental El presente como historia, organizado en el Muvim, Luce presentó ayer el documental de su padre A propos de Nice (1930), un trabajo sobre la ciudad que aporta una visión crítica de la alta burguesía.

Ella apenas lo recuerda, porque tenía tres años cuando murió, pero sí creció con numerosos testimonios sobre el realizador, que conoció a Luis Buñuel. Jean Vigo no olvidó el ejemplo de su padre, un conocido anarquista asesinado, que solía "estar siempre acompañado en todas partes por sus compañeros", sugirió Luce. De modo que creó un equipo de trabajo estable que intentaba siempre mantener en todos los rodajes -"como sucede hoy con algunos cineastas", apuntó-. Entre los miembros del equipo se estableció un fuerte vínculo de amistad. A través de ellos Luce supo muchas cosas de su padre años después de su muerte.

En los libros de historia del cine se afirma que Jean Vigo fue redescubierto por los cineastas de la Nouvelle Vague, que lo rescataron del olvido. Se dice que François Truffaut se inspiró en Cero en conducta para realizar Los cuatrocientos golpes que pasa por ser también un homenaje al espíritu anárquico de Vigo. También Jean-Luc Godard le rinde tributo en Los carabineros. Sin embargo, Luce Vigo, que ha trabajado como programadora de salas de cine, incide en que los primeros en difundir la obra de su padre en los años cincuenta fueron los cine-clubs.

También fue muy importante para la proyección de la obra de Vigo la restauración realizada en 1990 en Londres de su última película, que relata el viaje de una pareja recién casada que navega por los canales cercanos al Sena en la barcaza L'Atalante. La mujer se aburre y ansía conocer París. Una vez allí, una vendedor ambulante coquetea con ella y el marido, celoso, zarpa dejándola sin dinero. La tristeza embarga a los dos recién casados.

La restauración permitió recuperar muchas imágenes y sonidos que no aparecían en la copia que se proyectó en 1934, manipulada por los productores. Jean Vigo no vivió para verla. Su hija considera que los restauradores se dejaron llevar por el entusiasmo y la belleza del material hallado e integraron "el máximo de imágenes", de "manera excesiva". "Los restauradores tiene que trabajar siempre con humildad", sostiene. Luce Vigo prefiere la copia de DVD de 2001.

La directora del ciclo del Muvim, la periodista e investigadora Mercè Ibarz, destaca como uno de sus objetivos mostrar la "continuidad" del género del documental que ha habido a lo largo de la historia del cine.

Desde hace unos años, el documental ha servido para "renovar el lenguaje cinematográfico" en buena parte de la cinematografía actual. El ciclo concluirá el 15 de diciembre con Coûte que còûte (2005), de Claire Simon. Hasta entonces se podrán ver casi todos los jueves Veinte años no es nada (2005), de Joaquín Jordá, y Calendar (1993), de Atom Egoyan, entre otros.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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