Opción B: BBK y Kutxa

La semana pasada, Antón Damborenea, portavoz de Economía del PP en el Parlamento vasco preguntó a la vicelehendakari por qué no era viable limitar la fusión a la BBK y a Kutxa. "¿Si las cajas de Vizcaya y Guipúzcoa aportan el 90% de la fusión, por qué no siguen adelante sin Caja Vital?", inquirió Damborenea. La vicelehendaki sólo pudo responder que preguntara a los responsables de las cajas.

A partir de hoy, la opción B (BBK + Kutxa) pasará a primer a primer plano. Las ventajas son claras: existe acuerdo político, lo que anticipa consenso en las próximas asambleas generales de marzo de 2006; también hay sintonía entre los presidentes (seguiría Xabier de Irala liderando la fusión) y aportarían casi todas las empresas del grupo industrial que iba a tener la caja a tres bandas. En el camino queda un proyecto inicial roto y quizá cojo porque no tendrá el negocio actual y futuro de Álava.

Sin embargo, la autoexclusión de Caja Vital podría dejar libertad para que la nueva entidad entrara en Álava (actualmente ninguna de las tres está en el territorio de sus competidoras vascas) y quizá en Navarra, donde la caja local controla más del 45% del mercado.