"Hay que retocar el sistema"
Laporta insta a Rijkaard a modificar la táctica, y el holandés se plantea mantener el dibujo pero utilizar jugadores más físicos
En el vestuario, los jugadores hablan de buscar soluciones, preocupados principalmente por lo vulnerables que se muestran en jugadas a balón parado. Rijkaard y su equipo de trabajo buscan fórmulas para salir de un laberinto que aleja demasiado al Barcelona del camino a la victoria. Joan Laporta, el presidente, insta al cuerpo técnico a buscar soluciones sobre un problema que genera inquietud entre los aficionados, paso previo a la desilusión. Hace poco más de un mes se las prometían muy felices pero en ese espacio de tiempo ha visto cómo del Camp Nou volaban cuatro puntos en tres partidos de Liga, cuando el pasado curso fueron cinco en todo el año. El presidente, en declaraciones a TV-3, se refirió al problema: "Es necesario retocar el sistema para mejorar el rendimiento, recuperar el equilibrio y ser más resolutivos".
La frase resume el sentir generalizado en el Camp Nou, donde el cuerpo técnico ha comprendido que en las rotaciones no está la solución, según demuestran los resultados: si en la visita al Ruiz de Lopera se goleó al Betis con las ausencias de Ronaldinho y Deco, los primeros jugadores a los que dio descanso Rijkaard, en la Liga de Campeones fueron Giuly y Edmilson los que no jugaron, y el Barcelona despachó al Udinese con otra goleada, el sábado ante el Zaragoza descansó Xavi y el Barcelona empató. Al tiempo, Rijkaard y su equipo de colaboradores son conscientes de que deben aportarle al equipo soluciones tácticas antes que cargar el mochuelo de los malos resultados en las espaldas de los jugadores, a base de señalarles con el dedo por bajo rendimiento.
Pero lo que no se discute en el despacho del técnico holandés es el sistema. "No lo vamos a modificar, no se pone en duda", asegura Eusebio Sacristán, mano derecha del entrenador. "Las modificaciones que nos planteamos son mínimas y no afectarán sustancialmente a nuestra manera de jugar", dijo. Igualmente, el ex centrocampista azulgrana confesó la noche del pasado domingo, en Catalunya Ràdio, que una de las preocupaciones del cuerpo técnico pasa por conseguir que los partidos "duren al menos 70 minutos de juego real". "En casa estamos en torno a los cincuenta, y eso nos perjudica", agregó Eusebio. La solución que ofrece Deco a ése y todos los males está clara: "Hay que ser más listos".
"Los técnicos están motivando a los jugadores para que actúen con la misma intensidad al principio que al final de los partidos", aseguró ayer Laporta, comentario que, según un futbolista consultado, "queda precioso para los socios, pero desde el punto de vista deportivo no se aguanta". Siendo cierto que los técnicos han observado ese detalle, según un ayudante de Rijkaard la razón es sencilla: "El rival se encierra más cerca de la portería, porque ya ve cerca el botín y porque está cada vez más cansado".
La idea que maneja Rijkaard pasa por jugar con un equipo más físico, siempre que se decida a introducir variantes en el once de cara a la visita a Riazor, donde al Barcelona le espera el Deportivo. En ese sentido, el técnico holandés se mostró muy satisfecho de la aportación de Larsson, por su movilidad y capacidad para manejarse en espacios pequeños peleando contra defensas cerradas -"me he pasado siete años en el Celtic haciendo eso, para mí no es una novedad", declaró el sabado el sueco-. También está contento con Van Bommel, que da mucha llegada al equipo desde la segunda línea. Por eso, más que un cambio de sistema, Rijkaard se plantea construir un equipo más físico de ahora en adelante. Y es que hasta Laporta le pide ya soluciones.
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