Joan Guitart dimite al frente de la Agencia de Mecenazgo

Joan Guitart ha presentado su dimisión como presidente ejecutivo de la Agencia de Patrocinio y Mecenzgo, SA, una empresa pública que actualmente depende de la oficina del primer consejero de la Generalitat. "Todo tiene un principio y un final, llevaba ya muchos años al frente de la agencia, he hecho el trabajo que tenía que hacer y he decidido dejarlo. Pero no ha habido ningún problema, sino que mi marcha se ha acordado en total armonía con el actual Gobierno", indicó ayer Guitart, que entre 1980 y 1996 fue consejero de Enseñanza en dos ocasiones y consejero de Cultura en una.

Guitart (Tàrrega, 1937) dejará la agencia, en la que trabajan unas cuatro personas en un piso alquilado en la Rambla de Catalunya, a finales de septiembre, y al parecer el Departamento de Presidencia está estudiando ya la sustitución de Guitart al frente de esta agencia, que en principio no va a suprimirse. "Es importante que siga la agencia porque ha realizado un trabajo muy positivo de coordinación y de fomento del patrocinio", indicó Guitart, que se mostró convencido de su continuidad.

Esta agencia, creada en abril de 1996, ha sido el blanco de numerosas críticas, tanto por el hecho de que algunas empresas e instituciones privadas consideraban que realizaba una "competencia desleal" como porque, pese a que en principio su objetivo es conseguir y coordinar las ayudas a actividades culturales o sociales sin ánimo de lucro, se quedaba para su funcionamiento entre el 10% y el 14% del importe del patrocinio conseguido, si bien una parte de esta cantidad, de el 7% y el 10%, se destinaba a los honorarios de una empresa contratada, Gestora de Patrocinio y Comunicación, que dirige Pere Clotas. La agencia en muchos casos exigía a las entidades receptoras de la ayuda un contrato de exclusiva para gestionar el patrocinio.

El pasado mes de diciembre, por ejemplo, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), de cuyo patronato Guitart fue presidente entre 1996 y principios de 2004, rescindió el contrato en exclusiva con la agencia por considerar que el patrocinio logrado era insuficiente y le impedía conseguir otras fuentes de ingresos.