Robert Wright, compositor de musicales de Broadway
Robert Wright, compositor y letrista que, junto a su compañero George Forrest, hizo derretirse al público de Broadway con los inverosímiles compases de Eduard Grieg y Alexander Borodin, falleció el pasado mes de agosto en Miami a los 90 años.
La carrera de Wright tenía sus raíces en el vodevil y ganó un impulso inicial en Hollywood, pero él y Forrest son más conocidos por convertir melodías de Grieg y Borodin en pasto fértil para la comedia musical en los populares espectáculos Song of Norway, de 1944, y Kismet, de 1953. Aunque su carrera en Broadway se encalló en décadas posteriores, la pareja volvió a la luz pública con una adaptación musical de la novela de Vick Baum Grand Hotel, que se estrenó en 1989 y estuvo en cartel durante más de 1.000 representaciones.
Wright, nacido el 25 de septiembre de 1914 en Daytona Beach, Florida, orientó sus habilidades como pianista hacia fines profesionales a una edad muy precoz. "Había ganado un concurso para aficionados interpretando el Preludio en do menor sostenido de Rachmaninof cuando tenía nueve años y pasé al vodevil", contaba. Wright tocó el piano para la cantante Helen Morgan y la bailarina Sally Rand, pero con poco más de 20 años ya estaba trabajando con Forrest en Hollywood. El equipo fue contratado por MGM para escribir musicales.
Sus mayores éxitos en Hollywood sacaron partido del inusual don que les valdría elogios en Broadway: una capacidad para convertir fragmentos de música clásica en canciones populares. Wright y Forrest escribieron canciones para docenas de películas, que les valieron tres nominaciones a los Oscar.-
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