Sergio Ramos, más caro que Robinho

En julio de 2000 Florentino Pérez prometió, tras ejecutar la cláusula de Luis Figo, que no volvería a utilizar ese sistema para contratar un jugador. El pasado lunes, el presidente del Sevilla, José María del Nido, dijo que Pérez le había asegurado que no saltaría la banca por Sergio Ramos. Ayer, tras negarse Del Nido a negociar, a hacer efectivo "un pacto entre caballeros" que fuentes del Madrid afirman que existía entre ambos clubes, el máximo dirigente blanco, a través de René Ramos, hermano y representante del central, depositó a las 23.39 de la noche un maletín con 31,3 millones de euros en la Liga profesional. Un montante que convierte al sevillano en el defensa más caro de la historia del fútbol español. El Madrid insiste en que, a pesar de la fórmula de pago, el traspaso ha sido de mutuo acuerdo con la entidad andaluza. Del Nido, según estas fuentes, habría forzado esta solución para justificar la pérdida del central ante su afición.

El central es el primer jugador nacional que ficha el Madrid desde que Pérez es presidente

El jugador sevillista estaba loco por aterrizar en el Bernabéu, tanto que ni siquiera se ha leído el borrador de contrato preparado por el Madrid, que le unirá a la entidad blanca para las próximas ocho temporadas. Sergio Ramos, de 19 años, cuyo bagaje profesional se reduce a 38 partidos en Primera División y cuatro con la selección absoluta, pasó el día de ayer en vilo, a la espera de que le llegara la noticia de su marcha al Madrid, que al confirmarse le convierte en el primer español que llega al club desde que lo gobierna Florentino Pérez.

El presidente del Sevilla se ha hartado de asegurar que jamás vendería al jugador -un "empleado más del club", según su versión-. Ayer mismo, insistía en que sólo se iría si alguien pagaba al contado su cláusula de rescisión, los ya célebres 27 millones de euros, más el IVA correspondiente (4,32 millones), más el 15% que recibe el futbolista en concepto de traspaso, más el 5% de la comisión de intermediarios... El Madrid pretendía pagar los 27 millones... pero no ejecutar la cláusula. Incluso ayer, el nombre del defensa Mejía se deslizó como posible moneda de cambio para abaratar la operación.

Hace días, por no decir semanas, que el Madrid tenía atado a Sergio Ramos. Todavía ayer, el club lo negaba, aireando a los cuatro vientos que el acuerdo con el jugador se había producido en la noche del martes. Curiosamente, el desmentido a la versión madridista llegó desde Inglaterra, en boca de Rafa Benítez, entrenador del Liverpool: "Nosotros queríamos a Owen, pero el Madrid le presionó para que se fuera al Newcastle. Necesitaban el dinero para fichar a Sergio Ramos". Dicho y hecho. Se fue Owen a cambio de 25 millones y el Sevilla recibió de inmediato un fax remitido desde el Bernabéu.

Florentino Pérez estaba convencido de que Ramos sería el 15º fichaje de su mandato, el tercer defensa central contratado en el último año (tras Samuel y Woodgate), pero se vio obligado a una tensa espera. Salvando las distancias, sólo con el fichaje de Ronaldo, en el que las negociaciones con el Inter se hicieron eternas, el presidente blanco estuvo tan pendiente del reloj como con Sergio Ramos. La contratación del brasileño, en tal fecha como la de ayer del año 2002, se llevó a efecto a las 11 de la noche, sólo una hora antes de que se acabara el plazo de inscripción de jugadores. La contratación de Sergio Ramos apuró aún más el reloj.