El 'derby' del chico ausente

Cada derby vasco, para serlo, -por lo visto en los últimos años- necesita un punto de discusión. De lo contrario se le califica de inocuo, inservible, rutinario. Bajo tal premisa, un derbi vasco como arranque de temporada se antoja poco apetitoso: los puntos no son urgentes, las referencias deportivas escasas, la trascendencia, únicamente anímica; es decir, algo que se olvida con facilidad de no mediar hecatombe para uno y triunfo esplendoroso para el otro. Así que Athletic y Real han escarbado argumentos para engrandecer el encuentro de hoy y han encontrado, sin mayor esfuerzo, su primer punto de inflexión: Iban Zubiaurre, un chico que ni siquiera se vestirá de corto hoy en San Mamés pero que ha llevado a ambos clubes al Juzgado.

Zubiaurre, guipuzcoano de Mendaro, es del Athletic por tradición: "Mi madre era del Athletic y siempre he mamado esa filosofía y sus colores", dijo en la apresurada conferencia de prensa para presentarle como futbolista rojiblanco, antes de que el asunto se fuera a los tribunales.

La Real no podía estar callada, aunque tuviera mucho que ocultar. El de Zubiaurre era un asunto curioso. La Real no escarmentó con el caso Joseba Etxeberria, fichado por el Athletic a causa del espíritu avaricioso de la Real, que escatimaba económicamente a sus talentos lo que derrochaba con sus experimentos extranjeros. Con Zubiaurre ocurrió algo parecido: poca ficha, mucha cláusula, y el chico que se va al Athletic apelando a la desproporción y el carácter aficionado de su contrato, y el Athletic que le ofrece seis temporadas y lo presenta públicamente, y el chico que demanda a la Real por rescisión de contrato, y la Real que gana el juicio y además le demanda por incumplimiento de contrato, y le pide al Athletic que pague la cláusula de rescisión (35 millones). Y todo raro, como se acostumbra entre ambos clubes cada vez que se cruzan en el camino.

Conclusión: Zubiaurre entrena cn la Cultural de Durango (de 2ª División B) pero ya es el protagonista de un derbi, porque su caso ha sido usado por ambos presidentes (Lamikiz, rojiblanco, y Fuentes, blanquiazaul) para jalear a su aficionados. Como se han aireado las malas relaciones de Amorrortu (técnico de la Real) y Mendilibar (del Athletic) por sus discrepancias cuando ambos coincidieron en Lezama.

Al margen de todos hay un argumento futbolístico: el Athletic apuesta por un chico que sí estará en San Mamés, Ibon Gutiérrez, primo del madridista Guti, que apunta talento y toque en su frágil apariencia.