Sólo Lebedeva salta hacia el oro

Dos atletas llegaban a Zúrich con la victoria como obsesión. La rusa Tatyana Lebedeva, en el triple salto, y la francesa Christine Arron, en los 100 metros, eran las únicas que todavía no conocían la derrota en la Golden League, las únicas que todavía optaban al millón de dólares en lingotes de oro con el que los organizadores premian a quienes ganan las seis citas de la competición.

Lebedeva, inédita en los Mundiales de Helsinki, pisó el tartán suizo, húmedo primero, empapado por la lluvia después, con muchas dudas. En su mente, su talón de Aquiles, lesionado, y la cinta negra que cubría el músculo y le recordaba que a cada salto, en cada batida, podía fallar. No fue así: Llegó al primer intento hasta los 14,63 metros. Entonces, sonrió: estaba preparada para competir. Y acabó ganando con un mejor salto de 14,94.

A su vez, Arron se concentraba antes de su reto intentando adaptarse al frío, al golpeteo de las gotas de agua sobre su piel. La francesa nacida en Guadalupe, tercera en Helsinki, corría contra rivales de renombre, entre ellas la estadounidense Lauryn Williams y la jamaicana Veronica Campbell, sus vencedoras en la capital finlandesa. Arron acabó cuarta en una carrera con cuatro atletas por debajo de los 11 segundos y Campbell marcando 10,85s.

Así, pues, a falta de dos turnos más en la Golden League, sólo Lebedeva aspira ya al oro, al premio dorado a una temporada extenuante. Si no lo gana, será la primera vez que al menos un atleta no se lleva a su casa los codiciados lingotes.