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MOTOCICLISMO | Gran Premio de Alemania

Campistas heridos por un temporal

Oriol Puigdemont

El asfalto de Sachsenring ardía el viernes. El sol golpeó con fiereza durante la mañana en Sajonia, pero dos horas después de la última sesión el cielo se cerró y los relámpagos lo iluminaron. La violencia del viento y la lluvia obligó a resguardarse a los que aún deambulaban por el paddock y los más osados, protegidos con todo tipo de objetos, se dieron un chapuzón hasta el aparcamiento. Por la noche el temporal arreció. Una virulenta tormenta con ráfagas de viento azotó la zona durante tres horas. Un total de 18 personas alojadas en un cámping, fueron atendidas en el hospital de Chemnitz, la localidad más próxima al circuito, de diversas contusiones y fueron dadas de alta horas después. Además, nueve tiendas de campaña emprendieron el vuelo y se perdieron. El circuito habilitó un pabellón para los inquilinos de las tiendas voladoras. Ya por la mañana, el paddock demostró la fuerza del temporal: varias carpas volaron y las estructuras de plástico que los equipos colocan en el muro para la toma de tiempo amanecieron en el suelo. La mayoría de las cámaras de pista perdieron la verticalidad y quedaron sujetadas por los cables de seguridad, muy cerca del suelo. La previsión es que no llueva hoy durante las carreras aunque el cielo se prevé nuboso.

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