"Ellos tienen el coche más rápido"

Cada vez le cuesta más a Fernando Alonso esconder sus emociones y controlar sus palabras cuando habla de la proximidad del título mundial. Faltan siete carreras para la conclusión, y el asturiano le lleva una ventaja de 36 puntos a Kimi Raikkonen, que no para de tener problemas. "Tienen el coche más rápido, eso está claro", asegura Alonso cuando habla del de McLaren. "Por eso ahora las victorias me saben todavía mejor. Porque les ganamos sin tener el mejor coche y no como al principio de la temporada cuando nuestra superioridad era incuestionable".

Ante la insistencia, Alonso sigue afirmando que el título está aún lejos y que él sigue pensando carrera a carrera. No quiere aún imaginarse las sensaciones que puede producirle convertirse en campeón mundial. Pero la verdad es que con la situación actual, le bastaría acabar entre los cuatro primeros en las siete últimas carreras del Mundial para asegurarse matemáticamente el título, aunque Raikkonen las ganara todas. "La cuestión principal es que acabemos todas las carreras", afirma Alonso. "Tal como está el panorama, detrás de McLaren y Renault no hay nadie que nos meta presión. Y, por tanto, si acabamos estaremos siempre entre los cuatro primeros, lo cual sería fantástico de cara al título".

Raikkonen: "Tener que retirarme cuando iba líder, era lo peor que podía ocurrirme"

La fase que más temía del campeonato, el apretado calendario del mes de julio con cuatro carreras casi enganchadas, le está produciendo unas rentas envidiables. "Creo que todos nos habíamos preparado a tope para esta fase del campeonato", prosigue Alonso. "Llegamos en el mejor momento tanto físico como mental. Pero la verdad es que estamos teniendo la suerte de cara y que todo está saliendo a pedir de boca". Cuando Alonso llegó de la gira americana su ventaja sobre Raikkonen era sólo de 22 puntos. Y la perspectiva de correr en Francia y en Gran Bretaña no le gustaba. Pero ahora, superado ya el Gran Premio de Alemania, su ventaja se ha incrementado hasta los 36 puntos. Y llega el Gran Premio de Hungría. "Una carrera en la que me encanta correr y donde gané en 2003 e hice podio el año pasado. Llegamos allí con confianza, sabiendo que tenemos una buena oportunidad de acechar un nuevo golpe a McLaren, pero sin olvidar que ellos tienen el coche más rápido".

Ayer, Alonso volvió a reconocer que mientras Raikkonen estuvo en carrera, a su Renault le faltaba velocidad para alcanzarle. "No podía seguirle, a pesar de que el equipo y yo mismo lo hicimos todo bien", afirmó. "Luego, cuando le vi parado sentí lo mismo que él en Canadá

[Alonso se retiró tras chocar contra un muro]. Si el mayor enemigo se retira, todo se te pone de cara. Bajas las revoluciones, preguntas la distancia con el de atrás y cuántas vueltas faltan. Cuando me dijeron que 32 pensé que eran demasiadas".

Mientras a Alonso todo se le puso de cara, a Raikkonen el mundo se le hundió. De tener la carrera prácticamente ganada, pasó a quedar fuera de ella por un problema hidráulico y a ceder 10 puntos cruciales. "¿Qué puedo decir?", se preguntó, perdiendo incluso el tono monolítico y la frialdad que le caracterizan. "Retirarse siempre es algo terrible, pero cuando eres líder y tienes la carrera tan bien enfocada todavía es peor. Era lo peor que podía ocurrirme. Pero así son las carreras, aunque creo que no es justo que toda la mala suerte caiga sobre mí esta temporada".

Raikkonen no ha conseguido todavía concluir ninguna de las cinco carreras que ha disputado en Hockenheim. En 2001 tuvo un problema mecánico, en 2002 se salió de la pista, en 2003 y 2004 sufrió una colisión y este año rompió el sistema hidráulico. Parece su circuito maldito. Y ayer salió del GP de Alemania, a menos de 100 kilómetros de la fábrica Mercedes, sabiendo que sus opciones de título prácticamente se habían esfumado. "Ahora mismo estamos focalizados en el GP de Hungría. Matemáticamente tengo todavía una opción de ganar el título de pilotos, pero está muy difícil", reconoció. "Sin embargo, debemos seguir luchando por el de constructores".