La policía británica rastrea llamadas y mensajes de móvil del día del atentado

La investigación policial sobre los atentados terroristas del jueves pasado en Londres se está centrando en las llamadas o mensajes de teléfonos móviles y en los correos electrónicos a través de Internet realizados ese día. Scotland Yard intenta conseguir pistas que lleven a la identificación de los autores de la matanza, y para ello ha pedido a los operadores telefónicos y de Internet que le entreguen los datos, aunque éstos no están obligados legalmente a ello. Mientras tanto, los equipos de rescate empezaron a sacar ayer algunos de los cadáveres atrapados en el túnel del metro entre las estaciones de King's Cross y Russel Square.

El ministro del Interior, Charles Clark, pedirá el miércoles a la Unión Europea una legislación a nivel comunitario que haga obligatorio guardar y entregar los datos que ahora reclama a los operadores, algo que ya acordaron el pasado mes de marzo los ministros del Interior de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido. La policía británica apenas ha divulgado detalles de la investigación. A juicio del anterior jefe de Scotland Yard, John Stevens, los terroristas son "casi con toda seguridad británicos de nacimiento y criados" en el Reino Unido.

Los forenses y equipos de rescate comenzaron ayer a retirar los cadáveres que todavía se encuentran atrapados en un vagón en el interior del túnel de King's Cross, el escenario más sangriento de los cuatro atentados terroristas. La policía no informó del número de cuerpos rescatados, y sigue manejando la cifra total de 49 muertos, aunque algunas estimaciones señalan que pueden sobrepasar los 80. Con la población aún sobrecogida por la matanza, la prensa británica filtró ayer un informe según el cual el Gobierno de Tony Blair ha elaborado un plan para retirar a sus soldados de Irak.