Azulgrana de por vida
El Barça ofrece un contrato vitalicio a Ronaldinho por unos 125 millones de euros
El Barcelona ha ofrecido verbalmente a Ronaldinho un contrato hasta el año 2014 por unos 125 millones. Aunque las condiciones de la oferta todavía figuran en un borrador, la intención de la directiva es presentar al brasileño un contrato vitalicio. La propuesta incluye un acuerdo fijo por cinco años, hasta 2010, y otro renovable, temporada a temporada, cuya fecha de caducidad alcanzaría 2014, momento en que el futbolista podría convertirse en un embajador vitalicio, cargo que sería remunerado.
Históricamente escarmentado por las salidas de futbolistas de impacto mundial como Maradona en 1984 o Ronaldo en 1997, el Barcelona aspira a asegurarse la continuidad de Ronaldinho, de 25 años, hasta su jubilación deportiva. A tal efecto, y a diferencia de los jugadores considerados determinantes como son Xavi, Deco y Eto'o, que han mejorado y renovado su contrato hasta 2010, le ofrecen al delantero continuar en el Barça hasta el final de su carrera deportiva.
Escarmentado por la salida de figuras como Maradona y Ronaldo, el club quiere evitar la fuga de otro astro
Las negociaciones se iniciaron el pasado mes de febrero en el domicilio del presidente azulgrana, Joan Laporta, reunido con Roberto de Assis, hermano y representante del jugador, y se reanudarán en breve, una vez finalizada la Copa Confederaciones, en la que Ronaldinho ha sido elegido mejor jugador de la final, ganada por Brasil ante Argentina (4-1) con un gol del azulgrana. Los términos de la conversación, expresada en un documento a modo de declaración de intenciones, fueron revelados por el programa Força Barça de City TV, y confirmados tanto por el club como por Roberto.
Ronaldinho, que desde su llegada al Barça en 2003 ha mejorado ya una vez su contrato, tendría asegurados unos 64,6 millones fijos, 46,4 según incentivos, 15,2 resultantes de una comisión del 5% sobre los dos conceptos anteriores y un millón más desde la segunda temporada a cambio de que ceda el 33% de los derechos de imagen. La cláusula de rescisión quedaría fijada en 150 millones -la misma que ahora, aunque la cantidad es decreciente y puede llegar hasta los 80 millones- y, una vez acabado el contrato, ejercería de embajador por una cantidad por determinar. La mejora respecto a los ingresos que percibe Ronaldinho es sustancial puesto que el jugador, con contrato hasta 2008, percibe un fijo de 4,5 millones aunque puede cobrar hasta ocho en función de los objetivos del equipo azulgrana.
A las dos partes les interesa alcanzar un acuerdo, aunque son conscientes del riesgo de la operación, sobre todo por parte del Barcelona, que ha emprendido una serie de acuerdos de un cierto calado -no sólo a nivel deportivo sino también patrimonial, como ha sido la venta de un tercio de los terrenos de Can Rigalt, por 35 millones- cuando se encuentra en una situación de precariedad por la dimisión de cinco directivos que han dejado al consejo en una minoria de 12 frente a los 14 que requieren los estatutos. El presidente, Joan Laporta, ya ha iniciado conversaciones para cubrir las vancantes, y momentáneamente se da por cerrada la incorporación de Joan Boix, director general de Embotits i Pernils Noel. Laporta, en cualquier caso, no propondrá ningún candidato en la próxima junta del día 12 julio si antes no se ha garantizado el apoyo mayoritario del consejo, circunstancia que ha limitado el numero de aspirantes. A favor del presidente barcelonista juega la posiblidad de que la directiva no tenga que avalar el próximo ejercicio económico por el superávit que obtenga al cierre de la presente, provocado tanto por el buen control económico como por la venta de los terrenos de Can Rigalt.
A la junta le interesa, por lo demás, resolver la parcela deportiva que no sólo contempla la mejora y actualización del contrato de Ronaldinho, sino también los del capitán, Carles Puyol, y del entrenador, Frank Rijkaard, para culminar el denominado Proyecto 2010.
Las negociaciones con el técnico están muy avanzadas, y la junta espera cerrarlas pronto después de la dimisión del vicepresidente deportivo Sandro Rosell, con el que Rijkaard estaba enfrentado. El entrenador holandés revisaría finalmente su contrato hasta 2009. Puyol, por su parte, tiene un acuerdo con la entidad hasta 2007 y, momentáneamente, ha expresado que no le corre prisa revisarlo.
Las distintas negociaciones, entre las que se incluye el contrato de patrocinio de la camiseta, pueden quedar alteradas por la fecha de las elecciones: la duda está en si se deben convovar en 2006 o 2007.
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