Recuenco critica que Camps niegue la crisis industrial mientras presenta planes

Negar una situación mientras se presentan planes para resolverla es contradictorio. Quien lo destacó ayer fue el secretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, que mañana será reelegido en el cargo para los próximos cuatro años. Recuenco, antes de la inauguración del quinto congreso del sindicato que desde ayer y hasta mañana sábado se celebra en el Palau de Congressos de Valencia, valoró la presencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el acto, pero también lamentó que éste niegue "la realidad" de los sectores productivos. Y pese a que "no hay crisis ni problemas", añadió el sindicalista, "su consejero [Justo Nieto] presenta planes sectoriales día sí y día no".

El quinto congreso arrancó con la constitución de la Mesa, que preside Ismael Sáez, secretario de Acción Sindical de la Federación del Metal, Construcción y Afines (MCA-UGT-PV). En la inauguración participaron, además de los 320 delegados presentes, más de 150 invitados, entre ellos una numerosa representación política y académica. En la política se encontraba una amplia representación del Consell encabezada por el presidente, Francisco Camps. Fue el primero en dirigirse al auditorio, que lo recibió con algún tímido pitido. En su intervención, el presidente rebajó el tono optimista y positivo que caracteriza sus discursos y aunque defendió el crecimiento económico y la creación de empleo en la realidad valenciana, admitió algunos factores de preocupación. La elevada tasa de temporalidad o la integración de la mujer fueron las asignaturas pendientes mencionadas.Rafael Recuenco valoró ayer antes de arrancar el congreso del sindicato que se llega a la cita con una situación normalizada tras la "importante división" con la que se cerró el anterior congreso, en marzo de 2002. Congreso en el que por primera vez se presentó un candidato alternativo a Recuenco, reflejo de la fuerte división interna dentro del sindicato. División que en estos años se ha intentado aparcar, al menos de momento, y que se reflejaba ayer en el ambiente del congreso.

El secretario general de UGT-PV también habló de CC OO-PV y reconoció que el sindicato que dirige Joan Sifre es ahora mayoritario en la Comunidad Valenciana. Pese a ello, el sindicalista destacó la importancia de ganar penetración en las pymes.

Durante la inauguración del cónclave ugetista, por otra parte, el presidente de la Generalitat habló de colaboración y de sumar esfuerzos. Francisco Camps puso como ejemplo de colaboración que se está ultimando la revisión del Pavace (Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo), cuya actualización estará lista en unas semanas.

Camps no habló de la situación que vive la industria valenciana ni de los planes sectoriales de Justo Nieto. Sí insistió, en reiteradas ocasiones, en la importancia de la interlocución, del trabajo conjunto. Y terminó con una frase que buscaba la complicidad del auditorio: "Gracias por permitir colgarme del cuello la acreditación de UGT".

Por su parte, Joan Ignasi Pla, secretario general de los socialistas valencianos y afiliado a UGT, insistió en que la Comunidad Valenciana necesita sindicatos fuertes y un cambio político. En su discurso criticó a Canal 9 y defendió a sus trabajadores, que dijo sufren precariedad en algunos casos y que en otros no pueden desarrollar su trabajo. Pidió una televisión pública "de calidad y en valenciano". Pla hizo referencias en su intervención al urbanismo y dijo que este país "no puede seguir siendo el reino del pelotazo". También Glòria Marcos, coordinadora d'Esquerra Unida, insistió en que "no es posible" centrar el crecimiento de una autonomía en servicios y construcción. Marcos criticó, los 90 campos de golf que habrá en la Comunidad Valenciana en 2015.

Ayer también se presentó el informe de gestión. El informe, que se debate y vota hoy, se refiere a la situación socioeconómica y laboral valenciana. En este punto, se muestra preocupación porque los distintos factores endógenos y exógenos están dibujando un panorama complicado. La pérdida constante de competitividad, la ausencia de una política industrial, el "fracaso en la política tecnológica", el deterioro de los servicios públicos o la divergencia en la protección social configuran una situación con graves interrogantes.