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Mísia canta fados, tangos y boleros en su nuevo disco

"Cantar fado es mi forma de hablar con el destino", declara la intérprete portuguesa

Rescató el fado de la leyenda negra que lo ligaba a la dictadura y abrió la puerta a una nueva generación de voces femeninas. Fue revolucionaria y probablemente haya pagado la factura por ello en Portugal. Mísia publica ahora Drama Box, en el que interpreta fados en el idioma paterno y tangos y boleros en español. Con las voces en un mismo poema de Carmen Maura, Maria de Medeiros, Ute Lemper, Fanny Ardant y Miranda Richardson.

"Me he sentido Diaghilev", dice Mísia, que confiesa 50 años. Es la primera vez que produce un disco de principio a fin. "Lo pago yo y se lo presto a una compañía. La única forma, en este momento que las editoras se fusionan o se separan, de controlar que la obra sea tuya".

"Abres el disco y ves una foto de Sophie Calle de una habitación de hotel. Todo el imaginario transcurre en un hotel. Ahí pasa sus dramas una cantante o una actriz", explica. En su octavo disco -"en el barrio chino de Singapur había un pequeño teatro en el que representaban obras en mandarín y se llamaba Drama Box. Me pareció un nombre fantástico"-, además de fados hay tangos y boleros. "Las músicas que yo escuchaba de pequeña. Está dedicado a mi madre, que vive en Barcelona, y que en sus idas y venidas a Oporto, donde vivíamos cuando yo era niña, traía siempre discos de Los Panchos, Edith Piaf... Ya no tengo que probar a mis padres si soy fadista o no lo soy, así que he decidido grabar tres tipos de música que permiten a través de la escenografía y de la mentira, entre comillas, decir la verdad".

Nació en Oporto, hija de catalana y portugués, y se llama Susana -se puso Mísia por la mujer de Sert, musa de Mallarmé y amiga de Picasso-. Su madre fue bailarina de danza clásica; su abuela, vedette del Paralelo barcelonés. "Aún con pañales, tenía una maletita y un paragüitas rojo, y siempre me cogían en la puerta. "Susi, ¿dónde vas?". "Pa España". Mi yaya me contaba historias y para mí todo lo bonito venía de España. Con 20 años me fui a vivir a Barcelona y entendí que me quedaba con todo. Me quedo con todo lo que absorbo en todas las culturas".

"Comprendí que quería cantar fado estando lejos de Portugal", dice. Amália Rodrigues, la referencia inevitable. "Yo empecé a grabar mi primer disco cuando ella todavía grababa. No dijo si le gustaba o no, una gran diva no debe manifestarse, pero le comentó a otra persona 'Al menos ésta no imita a nadie". "Para mí la espiritualidad del fado es a través de María Magdalena. De la persona que ha vivido, que tiene la voz ronca un día, que a lo mejor no tiene mucha voz... El fado es como un vómito. Aunque hay quien lo canta como si fuese la Virgen María". "Cantar fado es mi forma de hablar con el destino y de mirarle a los ojos. Es solitario y una terapia. Algo que, literalmente, me ha salvado la vida. Me llaman la fadista intelectual, ¿qué quieren decir? ¿que piensas porque no sientes? Me acusaron de desafinar de arriba abajo. Me han llamado fadista española, japonesa".

La cantante Mísia.
La cantante Mísia.MIGUEL GENER

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