La noche de Sant Joan se salda con siete heridos graves por uso inadecuado de petardos

Un millar de salidas de los bomberos; 212 heridos (siete de ellos de gravedad) por el uso inadecuado de petardos; 3.569 controles de alcoholemia, con 263 casos positivos, y un número importante de conductores denunciados por exceso de velocidad, con un muerto en un choque frontal en Alcarràs (Segrià), son una de las caras de la verbena de Sant Joan. La otra es la de la fiesta, que este año fue, con todo, relativamente tranquila y con menos incidentes y accidentes que en años anteriores. El principal punto de encuentro fue la playa de Barcelona: 140.000 personas pasaron allí la noche.

Es la noche más corta del año, pero todo el mundo está dispuesto a aprovecharla al máximo, de modo que se empieza pronto y se prolonga hasta el límite. De ahí que la Guardia Urbana, apoyada por otras fuerzas policiales, tuviera que emplearse a conciencia, aunque sin necesidad de contundencia, para convencer a no pocos jóvenes de que tenían que abandonar la arena de las playas. Tras los guardias iba la brigada de limpieza, formada por 176 personas, que trataba de que las playas quedaran aptas para otros usuarios, en general familias y personas de edad avanzada, que acudían para tumbarse al sol o tomar un baño.

La brigada no tuvo una tarea fácil. En las playas de la ciudad hay habitualmente 183 papeleras. Ayer estaban a rebosar. Igual que otras 200 de cartón instaladas al efecto. A esta basura hay que sumar la acumulada en cualquier parte: bolsas de plástico, latas, botellas de licores diversos y vinos de marca y peleón, restos de petardos, ropas perdidas en el fragor de la noche, breve pero intensa. Tan intensa que, sólo en Barcelona, la Cruza Roja asistió a 81 personas, de las que 14 tuvieron que ser evacuadas en ambulancia.

En total se registraron 212 heridos que necesitaron asistencia sanitaria. Una cifra alta, aunque el 10% inferior a la del año pasado, posiblemente porque ayer disminuyó el número de hogueras encendidas y de petardos utilizados debido a las normas impuestas por el Gobierno catalán y apoyadas por diversos municipios. Siete de los heridos lo fueron de carácter grave. Dos de ellos ingresaron en el hospital de de Vall d'Hebron procedentes del Juan XXIII de Tarragona. Una mujer tenía quemaduras en las manos y un hombre perdió un dedo por la explosión de una petardo.

Hubo también un accidente mortal en la carretera, ya al amanecer. Dos vehículos chocaron de frente en la A-2 a la altura de Alcarràs y murió J. M. J. O., de 30 años. El resto de personas que viajaban en los vehículos resultaron, en cambio, con heridas leves. Hubo otros dos choques con repercusiones graves. Uno, de madrugada, en la N-340 a la altura de Roda de Barà, con dos heridos graves, y otro en la misma carretera pero en Mont-roig del Camp, donde chocaron un coche y una moto. M. G. L., que viajaba de acompañante en la moto, sufrió heridas graves.

Los Mossos instalaron 49 puntos de control de alcoholemia y realizaron 3.589 pruebas: 263 conductores dieron positivo y fueron denunciados. Otros tres conductores se negaron a realizar la prueba. Las carreteras con mayor número de positivos fueron las de Girona: 106.