Maestro contra discípulo
Zico, técnico de Japón, se enfrenta al Brasil de Parreira, con un pase a las semifinales en juego
Discípulo contra maestro. Arthur Antunes Coimbra, Zico, (Río de Janeiro, Brasil, 1953), era en la década de los ochenta uno de los mejores jugadores de fútbol. Apodado El Gallito, siempre con la zamarra del 10, herencia que legó Pelé a todos los astros brasileños que le sucedieron, Zico se enfrenta hoy, como técnico de Japón, al que fue su seleccionador, Carlos Alberto Gomes Parreira (Río de Janeiro, 1943), que ha dirigido a la canarinha en tres ciclos hasta contar cien partidos. Brasil contra Japón, Zico frente a Parreira, esta noche (20.45) en el estadio de Colonia.
No será un partido más después que México les ganara a ambos. En juego está la clasificación para las semifinales del torneo. "Parreira es mi amigo y no me gustaría que, en caso de ganarle, repercutiera en su cargo", advirtió Zico, entre amenazador y divertido. El técnico brasileño recogió el testigo: "Hemos venido a Alemania para hacer pruebas, para ver cómo responden ciertos jugadores. Creo que el torneo no es tan importante como para que me pueda costar el cargo". Parreira, de hecho, ya comunicó que pensaba dar descanso a Ronaldinho y Kaká contra Japón. Las últimas informaciones, no obstante, parecen indicar que lo está reconsiderando. Brasil, país futbolero por excelencia, aspira a ganar y una derrota contra Japón podría ser contraproducente.
Zico no ganó nunca con la selección y, sin embargo, se ganó la estima de la hinchada. El Pelé Blanco participó en tres Campeonatos del Mundo (1978, 1982 y 1986), fue 71 veces internacional, y es el máximo goleador de las fases de clasificación mundialista. Además, es el cuarto máximo artillero de la historia de Brasil por detrás de Pelé, Romario y Ronaldo. Y, sin embargo, nunca levantó un trofeo con la selección. Incluso, cuando maestro y discípulo compartían el vestuario. Cuando Parreira explicaba las nociones tácticas a Zico, perdieron una final: la Copa América de 1983 contra Uruguay.
El genial centrocampista participó en uno de los momentos más bajos de la selección brasileña a efectos de títulos. La canarinha pasó 22 años en seco
De la selección, Zico se retiró en México 86, tras fallar un penalti en los cuartos de final contra Francia. Una vez cumplidos los 41 años, Zico colgó las botas con el respeto y admiración del mundo del fútbol y también de la selección. En 15 temporadas con el Flamengo marcó 591 goles. Aunque siempre vivió enfocado a la red pues metió 57 tantos en 83 partidos con el Udinese; y en el Kashima Antlers japonés, 79 en 85.
Parreira, por el contrario, aunque nunca fue un jugador profesional, ha ganado un Mundial como técnico; el de Estados Unidos 1994. Pero él, al principio no quería ser entrenador. Estudió en la Escuela de Educación Física de Brasil para ser preparador físico. Ahora, después de haber dirigido a cuatro selecciones diferentes en cuatro Mundiales -a Kuwait en 1982, a Emiratos Árabes en 1990, a Brasil en 1994 y 2002 y Arabia Saudí en 1998-, se plantea el reto ser el primer seleccionador de Brasil que conquista dos Mundiales. Vicente Feola, que lo ganó en 1958 pero fracasó e 1966, y Zagalo, que lo conquistó en 1970 pero falló en 1974, fueron los únicos que tuvieron la oportunidad de conseguirlo.
Zico y Parreira, a su manera, se han ganado el corazón de los brasileños. El técnico de la canarinha, además de por su cargo, por el Mundial conquistado. Zico, por su goles. "Me preocupa el dinamismo de los japoneses", dice Parreira. "A mi me ocupa Parreira porque entiende a los jugadores y es muy inteligente", responde Zico.
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