El Liceo regala producciones antiguas para descongestionar su almacén
El teatro liquida escenografías de los montajes 'Così fan tutte' y 'Fedora'
El almacén de escenografías que posee el Teatro del Liceo de Barcelona está saturado. Ante la imposibilidad de guardar nuevas producciones, el coliseo lírico barcelonés ha decidido liquidar los elementos escenográficos de sus antiguos montajes en desuso. Y lo hace no por la vía de la subasta, sino por la de la donación. Regala el material con la condición de que el teatro o la persona que lo quiera pague su transporte, se comprometa a no revenderlo y, en caso de que decida destruirlo, lo haga respetando el medio ambiente. El material en liquidación pertenece a las producciones de 1988 y 1990 de las óperas Fedora y Così fan tutte.
"Son producciones viejas que el Liceo no tiene previsto reponer más y que ya no se alquilan. Nuestro almacén en El Bruc está saturado y necesitamos espacio para poder guardar las nuevas producciones previstas para la próxima temporada", explica el director técnico del teatro, Lleonard Garuz. El coliseo de La Rambla, que hasta ahora destruía aquellas producciones en desuso tras reciclar los elementos reutilizables, ha optado por la vía de la donación para, precisa Garutz: "Dar opción a otros teatros a usar un material en estado aceptable que para nosotros ya no tiene utilidad. Ya hemos probado la vía de la subasta, pero no ha funcionado. Los que se venden bien son los elementos de atrezzo, y las piezas grandes, que son las que ocupan realmente espacio en el almacén, nadie las quiere".
El Liceo ha decidido ensayar la fórmula de la donación, que se anuncia en la propia web del teatro (www.liceubarcelona.com), por ahora sólo con las escenografías de dos producciones operísticas: Fedora, de Giordano, estrenada en el Liceo por el tenor Plácido Domingo y la soprano Renata Scotto en marzo de 1988, con dirección de escena de Giuseppe de Tomassi; y Così fan tutte, de Mozart, un montaje con un ciclorama firmado por el director de escena suizo Luc Bondy y comprado por el Liceo en 1990 al Teatro de la Monnaie de Bruselas. Se da la circunstancia de que la escenografía de Fedora ha sido una de las producciones operísticas del Liceo más rentables de su historia por el número de veces que la ha alquilado a terceros teatros, entre ellos el Metropolitan de Nueva York.
El material en liquidación no es poca cosa. En total, las columnas, techos, vidrieras, telones, estatuas, balaustradas, escaleras, árboles, vigas y cicloramas, entre otros elementos, de los que el Liceo quiere desprenderse precisan de 300 metros cuadrados (225 para el material de Fedora y 75 para el de Così fan tutte) para su almacenaje y la nada despreciable cifra de 15 camiones de 13 metros de longitud cada uno para ser transportados. "Hemos enviados información a los teatros sobre la disponibilidad de este material; si conseguimos liquidarlo, tenemos más escenografías de las que queremos desprendernos", avanza el director técnico.
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