Los embalses catalanes están al 44% y siguen perdiendo capacidad pese a la lluvia

La sequía que sufre Cataluña es tan fuerte que ni la lluvia de esta semana ha mejorado los niveles de agua embalsada. Al contrario, desde que hace tres semanas entró en vigor el Decreto de la Sequía, la capacidad de los embalses ha bajado del 46,5% al 44%, casi un punto semanal. El consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, explicó ayer que el agua caída ha sido absorbida por la vegetación, y señaló que la pérdida de capacidad continuará si no se producen lluvias continuadas, aunque las reservas permiten llegar sin restricciones en el agua de boca hasta septiembre.

Milà compareció en la Comisión de Política Territorial para informar sobre las medidas preventivas que el Gobierno catalán ha adoptado para afrontar la situación de sequía, así como las medidas alternativas al trasvase del Ebro. El consejero defendió el carácter preventivo del decreto y aseguró: "Si se aplican correctamente las fases 1 y 2 será posible llegar a finales de año sin desplegar la situación de emergencia".

Desde la entrada en vigor del decreto a comienzos de junio, se están aplicando las restricciones previstas en el nivel 1 de excepcionalidad, que afectan al uso agrícola y al riego de campos de golf y parques y jardines. Estas restricciones permitirán ahorrar el 27% del agua embalsada y el 10% en relación con el volumen de consumo habitual. Concretamente, suponen un ahorro del 20% del agua para riego agrícola y del 7% del suministro doméstico.

El nivel 2 prevé restricciones en el suministro de agua doméstica y la supresión del riego agrícola, así como el uso de agua para riego de parques y limpieza urbana. Si la situación persistiera, se entraría en el peor de los escenarios, el de emergencia, que comporta limitaciones extraordinarias también en el uso doméstico.

Por cuencas hidrográficas, la capacidad actual es del 46% en la del Ter, del 33% en la del Llobregat y del 44% en las internas. El consejero también explicó que ya son 15 los municipios que han solicitado actuaciones de emergencia para abastecerse. Son municipios de la comarca del Solsonès (Castellar de la Ribera, Clariana de Cardener, Lladurs, Llobera, Olius, Pinell de Solsonès, Pinós, Riner y Solsona), Alta Ribagorça (El Pont de Suert), Bages (Calders), Berguedà (Santa Maria de Merlès), Noguera (Artesa de Segre), Osona (Sant Boi de Lluçanès) y Vallès Oriental (Cànoves i Samalús). Otros 14 municipios de la Cataluña central y el Pirineo han registrado incidencias.

Durante su comparecencia de ayer, el consejero de Medio Ambiente también defendió las medidas alternativas al derogado Plan Hidrológico Nacional y al trasvase del Ebro. Milà destacó las medidas para suplir la conexión del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) hasta Barcelona, conocido como CAT-Abrera, e insistió en el criterio de gestionar los recursos existentes -como el incremento de la capacidad de regulación y producción o la ampliación de desaladoras y el tratamiento de aguas subterráneas-, antes que la ejecución de grandes obras para trasvasar agua de otras zonas.

En la oposición, los diputados de CiU y el PP criticaron la falta de participación con la que se ha realizado el decreto. El diputado convergente Ramon Espadaler replicó además que es necesario "hacer más y gestionar mejor" y abogó por complementar las desaladoras con la posibilidad de trasvasar agua del río Ródano.

Por parte del PP, Josep Llobet se mostró reticente ante las medidas que afectan al campo y criticó que las explotaciones agrarias no tengan indemnizaciones previstas.