Elefantes y gorilas en Gabón
"¿PERO ALGUIEN conoce ese país?, ¿qué se os ha perdido ahí?". Cuando dijimos a nuestros familiares y amigos que dos amigas, mi mujer y yo nos íbamos de vacaciones a Gabón, ésas eran más o menos las preguntas que nos hacían. Nuestra respuesta invariablemente era: "Gorilas".
Gabón es un país del golfo de Guinea que goza de prosperidad y de cierta estabilidad y seguridad para los estándares africanos. Esto, unido a su política de declaración de parques nacionales (más del 70% de su superficie es selva húmeda tropical y presenta múltiples hábitats) y a la investigación sobre los grandes primates, como el gorila, nos decidió a los cuatro a emprender la aventura, cambiando los dos grados de temperatura al salir de España en pleno febrero por los 35 grados que nos encontramos al llegar. La posibilidad de ver elefantes de selva, búfalos o hipopótamos caminando por las playas salvajes o incluso en el agua del mar nos atraía mucho. La foto está hecha en el parque de Loango, con 200 kilómetros de playas salvajes, donde pudimos ver todo tipo de animales que se acercan a comer las hierbas impregnadas de salitre. Finalmente, tras 15 días caminando por la selva, vimos nidos de gorilas, huellas de gorilas, restos de comida de gorila, pero no conseguimos ver más que un gorila ¡y no muy bien!
Menos mal que al menos pasamos unos días de vacaciones que han reforzado nuestra amistad, nos han permitido conocer unos parajes de gran belleza y hemos sentido la magia de caminar por la selva, siguiendo las huellas de los animales y observando sus costumbres (con el peligro constante de la carga de un elefante de selva). Y todo ello, como dice un anuncio, no tiene precio.
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