Cervantes, Lope y la Biblia saltan a escena

El director argentino Gustavo Tambascio ha rebuscado entre las obras cumbres del siglo XVII y ha encontrado La discreta enamorada, de Lope de Vega. Y sin tocar ni un solo verso, ha renovado la estética situando la trama en el Madrid de los años cincuenta, el franquismo y el chotis, y le ha puesto números musicales que aportan un aire de revista al espectáculo que los actores Emilio Gavira, Guillermo Amaya, Trinidad Iglesias y Marta Juaniz, entre otros, representan en el teatro Infanta Isabel (Barquillo, 24).

Este montaje ya se estrenó con éxito en el último festival de Almagro y con él Tambascio pretende mostrar que no hay tantas diferencias entre la sociedad del Siglo de Oro y la actual. Esta trama ya fue convertida en la zarzuela Doña Francisquita por Amadeo Vives, del que Tambascio también rescata el fandango del mismo nombre, así como canciones de Luis Mariano o Sara Montiel.

Otro clásico como el Quijote, de Miguel de Cervantes, se incorpora a la cartelera madrileña con retoques modernizados. El autor y director Juan Manuel Cifuentes firma El Quijote para torpes, una versión "que arranque de los criterios de irreverencia, comicidad y economía, en medio de este centenario lleno de fastuosas producciones", según palabras del propio director. El montaje acaba de estrenarse en el teatro Gran Vía (Gran Vía, 66) con un plantel artístico integrado por María Pedreño, Israel Ruiz y Nacho Rubio, por citar algunos actores.

La Biblia tampoco se escapa al afán renovador de los directores. El espectáculo Judas, el musical, centra el argumento en un hombre atormentado por su pasado que cuenta su historia de traición a Jesús. Pero la escenografía cambia las calles de Judea por las de cualquier ciudad de ahora, donde la gente no tiene fuerza para contradecir a sus políticos.

Juan Luis Roquero ha reunido a 40 voces que ya dieron el do de pecho en otros musicales como Momo-Judas, que actuó en We will rock you, o el personaje de María, que encarna la soprano Margarita Marbán, conocida por su interpretación en Los miserables o Jekyll y Hyde. Este musical ocupa la cartelera del teatro Nuevo Apolo (Tirso de Molina, 1).

Por otro lado, el director catalán Mario Gas (responsable del Teatro Español) pone en escena la obra cumbre de Esquilo, La Orestiada, en la versión del escritor Carlos Trías. Emilio Gutiérrez Caba, Vicky Peña y Constantino Romero. La obra -que estuvo en cartel durante los Veranos de la Villa del pasado año- vuelve al Centro Cultural de la Villa (plaza de Colón, s/n) del 9 al 26 de junio.

Trilogía

La función condensa en dos horas la trilogía de Esquilo Agamenón, Las Coéforas y las Euménides, con una puesta en escena sobria pero "cargada de detalles que provoquen el conflicto al espectador", apuntan los programadores. Las tres historias representan la vivencia del rey de Argos, Agamenón, que es asesinado por su esposa, Clitemnestra, y la venganza de Oreste, el hijo, que tras matar a su madre y al amante de ésta, sufre la persecución de las tres deidades que atormentan a los matricidas, las Euménides. Al final, Orestes se reconcilia con los dioses gracias a la absolución de Apolo.

La divina comedia, de Dante, tampoco ha escapado al toque futurista que le ha insuflado el director esloveno Tomaz Pandur, quien se ha basado en la versión del poeta Luis García Montero para crear en Infierno (El libro del alma) un viaje a los sentimientos más profundos del individuo y rodearlo de efectos especiales en el teatro María Guerrero (Tamayo y Baus, 4).

Por su parte, el teatro Cuarta Pared (Ercilla, 17) prorroga por segunda vez el montaje Café, ante el reclamo por parte del público. En tono de comedia, los autores Susana Sánchez, Luis García-Araus y Javier G. Yagüe han escrito sobre la adicción, la represión o la tolerancia utilizando el personaje de Amanda, una mujer que protagoniza situaciones disparatadas como consecuencia de la prohibición de consumir café.