La falta de gol, cuestión de Estado en la selección española

El gol se ha convertido en cuestión de Estado en la selección española. Necesitó 20 disparos a puerta -nueve en el primer tiempo y once en el segundo- para derrumbar el pasado sábado la muralla lituana (1-0) tras fallar un montón de ocasiones.

La falta de acierto desquició a Luis, que perdió la confianza en sus delanteros. Cambió a Torres con empate a cero y un cuarto de hora después sustituyó a Raúl. "Quiero que marquen los dos", había pedido; "son los dos jugadores con más gol". Pues ni uno ni otro. La papeleta la solventó Luque, alineado en el centro en contra del criterio de Javier Irureta en el Deportivo. "No es un jugador de banda", sentenció Luis.

En los seis partidos de clasificación, Raúl y Torres sólo han marcado tres goles entre ambos, dos el madridista y uno el atlético. Raúl desperdició el sábado los tres disparos a puerta que realizó, y Torres otros cuatro. Su puntería con la selección parece desviada: tres goles en 18 encuentros. "No está obsesionado, pero sí preocupado", explicó Aragonés.

El técnico se reunió ayer con los titulares para recriminarles su falta de acierto y concedió la tarde libre a la plantilla. El técnico ha insistido en el trabajo "psicológico" después de una temporada larga. Raúl ha completado su segundo año sin ganar nada en el Madrid y Torres ha sido arrastrado por la desidia en el Atlético. En la selección no han levantado el vuelo con goles.

España recibe el próximo miércoles a Bosnia, que ayer aterrizó en Valencia tras golear a San Marino (1-3). Ante Lituania, Luis lamentó también la soledad en la banda izquierda de Vicente, a quien Del Horno apenas dio relevos. El aún bilbaíno fue cambiado y el sevillista Sergio Ramos acabó como lateral izquierdo.

Por otra parte, Luque avivó ayer el debate sobre la sede de la selección después de la floja entrada en Mestalla (25.000 espectadores): "Siempre nos ha gustado mucho Valencia, pero otras ciudades se lo merecen. A mí también me gusta Sevilla".