La Sagrada Familia se abrirá al culto en 2008
Joan Rigol sustituye a Bergós como presidente delegado del patronato
En 2008 la nave central de la Sagrada Familia se cerrará y el templo diseñado por Gaudí podrá ser consagrado y abrir sus puertas al culto. Así lo afirmaron ayer Joan Rigol, nuevo presidente delegado de la junta constructora en sustitución de Joan Jordi Bergós, y Jordi Bonet, arquitecto jefe de las obras, quien aseguró que las previsiones para que el templo esté definitivamente terminado son de 20 a 30 años.
Para que la Sagrada Familia pueda abrir sus puertas al culto deberá cubrirse antes la nave central, actualmente al descubierto. "Éste es el objetivo que nos hemos fijado para los próximos tres años", afirmó Joan Rigol, quien aseguró que si no se cumple el plazo previsto "podría considerse un fracaso de la junta".
Rigol, que el pasado mes de mayo tomó posesión como presidente delegado de la junta constructora tras una renovación de sus miembros realizada por el presidente, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, informó ayer junto con éste y el arquitecto Jordi Bonet del avance de las obras en la presentación de la tradicional jornada de puertas abiertas, que se celebrará el próximo domingo, para recaudar fondos para financiar la construcción del templo. Un avance que sigue a ritmo de crucero gracias a los elevados ingresos en concepto de visitas turísticas, 2.260.000 el año pasado, que reportaron a la junta 16 millones de euros, de los que 12 fueron invertidos en la construcción de la Sagrada Familia.
"Es el monumento más visitado de España", dijo con orgullo Rigol, quien precisó que dobla en número de turistas a cualquier monumento o museo de Barcelona. "Probablemente no siempre tendremos tantos visitantes, pero estamos en disposición de seguir con el ritmo de obras actual durante los próximos años aunque los ingresos disminuyan", precisó. La sustanciosa recaudación por visitas turísticas ha permitido que actualmente trabajen en la obra 150 obreros. "Llevamos este ritmo desde hace dos años", explicó uno de los trabajadores que entró en la obra hace 11 años, cuando los obreros eran sólo 35.
Ayer, con el templo lleno de turistas y aprovechando la visita a las obras preparada para los medios de comunicación, se colocó uno de los dos pináculos, del total de seis, de la nave central, que se coronarán con sendas esculturas del artista japonés Etsuro Sotoo con las espigas y el pan, símbolo de la eucaristía, y que reproducen el modelo original diseñado por Gaudí, una parte del cual fue descubierto el año pasado. Las otros cuatro pináculos, coronados con un racimo de uvas y un cáliz ya han sido colocados.
En la fachada de Pasión, donde, junto con el crucero, las obras se han intensificado para poder cerrar la nave central, se ha colocado, a 60 metros de altura, la imagen de la Ascensión de Jesús, obra en bronce del escultor Josep Maria Subirach de cinco metros de altura y dos toneladas de peso. El equipo de arquitectos trabaja con la ayuda de un programa informático en la preparación de la columnata y el cimacio de esta fachada. "Gracias a la tecnología hemos podido trabajar en las columnas a tamaño real, pero por ahora sólo en plástico. Se está estudiando cómo hacerlo con el tallado de piedra", explicó Bonet.
La unión de la obra edificada hace un siglo con la nueva ha planteado problemas, aseguró el arquitecto, principalmente entre los triforios construidos que proceden de la fachada del Nacimiento. Las dificultades vienen dadas por las diferentes medidas de los cuatro ángulos del transepto, lo que ha obligado a realizar estudios informáticos.
Lluís Martínez Sistach agradeció ayer a los patronos salientes de la junta constructora la labor realizada y explicó que los cambios -después de que los miembros del patronato pusieran los cargos a su disposición cuando fue nombrado arzobispo de Barcelona hace 10 meses- son fruto de "un proceso de renovación para insufar savia nueva". "Se ha renovado sólo una parte de la junta, y la mezcla entre antiguos y nuevos patronos ha de ser beneficiosa para la Sagrada Familia", aseguró Martínez Sistach.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.