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Crónica:BALONMANO | Final de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

El año de Pastor

Triunfo del Valladolid de la mano del técnico que hizo a España campeona del mundo

Primero fue el Ciudad Real, en las semifinales, el que tuvo que sufrir el martillo de la estrategia de Juan Carlos Pastor. Ayer, en la final de la Copa, fue el Barcelona el que se encontró con un equipo furioso por vencer y con un entrenador que, después de ganar el Campeonato del Mundo, en Túnez, ha cerrado la persiana de la temporada del balonmano con la victoria copera. En cuatro días los dos finalistas de la Liga de Campeones se han chocado contra el muro de Pastor. Esta vez no fue suficiente Romero, el hombre de la final europea, ni el larguísimo banquillo barcelonista, ni siquiera las intervenciones formidables de Barrufet.

El partido comenzó marcado por la igualdad entre los dos equipos, aunque al Barcelona le costaba mucho más defenderse de los cañonazos de Fis y Gould. El camino comenzaba a allanarse para los de Pastor, pero entonces, aunque un poco tarde, apareció Romero, quizá el único del Barcelona que puede enfrentarse a esas defensas pegajosas sin faltas que plantea el técnico vallisoletano. Él se ocupó de que el ataque catalán funcionase mínimamente y el descanso llegó con empate en el marcador.

VALLADOLID 27 - BARCELONA 25

Valladolid: Sierra; Fis (5, 1p.), Rentero (4), Gull (7, 2p.), Raúl González, Davis (5), Garabaya (2), Chema Rodríguez (3), García (1), Asier Antonio, Delgado y Zubiría (p. s.).

Barcelona: Peric; Hernández (3, 1p.), Nagy (4), Skrbic (4), Iker Romero (6, 1p.), Jerome Fernández (3), O'Callaghan, Dominikovic (1), Víctor Tomás, Zvizej (1), Jeppesen (3) y Barrufet (p. s.).

El Valladolid apretó el paso -no se le puede ganar sin correr- y entonces fue Barrufet el que tuvo que encargarse de que el Barcelona siguiese enganchado al partido, pero enfrente apareció otro portero, Sierra, que con un puñado de paradas memorables eliminó la superioridad azulgrana. Pastor pidió tiempo muerto, hizo un guiño a sus pretorianos, Davies y Chema, y soltó su frase favorita, "Vamos a morirnos en el campo". Fue suficiente.

Jugadores y técnicos del Valladolid muestran su alegría.
Jugadores y técnicos del Valladolid muestran su alegría.EFE

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