El gran espectáculo radiofónico

A punto de cumplir medio siglo en las ondas, Carrusel deportivo es más que un programa. Representa una forma singular de contar y cantar los goles y reúne todos los ingredientes de un gran espectáculo radiofónico. "Es un alboroto", resume Pepe Domingo Castaño, el animador del programa, el hombre-anuncio que imprime un ritmo frenético a las tardes del fin de semana de la cadena SER.

En las grandes citas, Carrusel deportivo moviliza a más de un centenar de profesionales (técnicos, periodistas, comentaristas). Hoy es una de ellas. La jornada final de la Liga de fútbol se presenta reñida, aunque sin la emoción de ver el título en juego, conquistado por el Barça hace dos semanas. Pese a todo, "van a suceder muchas cosas. La actividad y el ritmo va a ser espectacular. En una hora y 45 minutos se van a decidir los equipos que disputarán la Champion, la UEFA o la Intertoto", pronostica Manolo Lama, destacado en el Mallorca-Betis. El primero intentará esquivar el descenso y el segundo, colarse en la Liga de Campeones. "Es como una gran final con siete finales a la vez", remata el comentarista.

Paco González, director de Carrusel desde 1992, tiene en la cabeza una pequeña computadora para hacer en segundos todas las combinaciones posibles cuando desde algún campo se cante un gol. Y en caso de duda, ahí estará Pedro Martín, "un monstruo de la estadística", según González, convencido de que Carrusel es un "programa coral, un triunfo de equipo. Somos una familia de locos que vive esto apresuradamente y con buen humor".

"Mi labor es conseguir que lo que se cuenta y lo que se vende formen un todo alegre y divertido", asegura Pepe Domingo Castaño, que ha cumplido 16 años en Carrusel aunque su vinculación a la cadena data de 1973. Su papel como animador hace inconfundible el sonido de la SER. Gracias, en buena medida, a la complicidad contagiosa que se vive en estudio y hace de la publicidad un sonido coral. Castaño se considera el "integrador" de los anuncios en el deporte. A lo largo del programa se emiten alrededor de noventa menciones, cada una con "su toque de humor y de gracia".

Después de 49 años en antena, Carrusel es el programa líder en su género. Según el último Estudio General de Medios, correspondiente a los meses de enero a marzo de 2005, es seguido por 1.103.000 oyentes en la edición de los sábados y los domingos atrae a 2.041.000 aficionados. Tras Hoy por hoy, el magacín que dirige y presenta Iñaki Gabilondo, es el espacio más escuchado de la radio española.

El programa ha conseguido también integrar a los oyentes a través del Club Carrusel, que cuenta con más de 60.000 abonados. Cada jornada lanzan un aluvión de mensajes desde el correo electrónico o el teléfono móvil, seleccionados por Jorge Hevia. "Un día vi en la MTV alemana que se emitían mensajes de los espectadores e incorporamos este sistema a Carrusel", recuerda Paco González, partidario de no ocultar los mensajes más críticos, porque "la historia no está hecha para el autobombo". Castaño prefiere también los que les dan caña -"nos despiertan de la autocomplacencia"- y elogia el estilo de Hevia para trasladarlos a la antena.

Carrusel funciona como una maquinaria bien engrasada técnicamente. El avance tecnológico ha dejado atrás los sonidos demenciales que hace años llegaban desde los campos. Pero la fórmula del éxito se asienta, según Castaño, en cuatro pilares: "El contenido, la diversión, el ritmo y la credibilidad".

En la edición de hoy (de 17.30 a 23.00), los equipos que tienen algo que ganar o mucho que perder comienzan todos a la misma hora. Esta coincidencia hace que transmisión sea "más emocionante", en opinión de Castaño.

Y aunque el fútbol invade de manera inevitable Carrusel, en el programa caben todos los deportes: desde el ciclismo o el tenis hasta la fórmula 1. Durante los últimos Juegos Olímpicos se transmitieron las más variadas disciplinas. "Aunque no sepamos de taekwondo, sabemos de radio", remacha González con un toque de resignación.