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Reportaje:

Vuelta a la normalidad

El marjal de Pego-Oliva recupera su estado natural tras el fin de las agresiones durante la gestión del polémico Carlos Pascual

El marjal de Pego-Oliva, uno de los parques naturales más importantes de la Comunidad Valenciana con 1.273 hectáreas de superficie, ha conseguido en los últimos años regenerar parte de su antiguo paisaje. Atrás ha quedado el conflicto marcado por la gestión del polémico Carlos Pascual al frente del Ayuntamiento de Pego. A esa época se deben las agresiones más importantes (transformaciones, desecación e incendios) sufridas por el paraje, declarado "parque natural" en 1994. Actuaciones que acabaron en el juzgado. Sobre el ex alcalde, su principal instigador al subvencionar las acciones con fondos municipales, recayó una sentencia judicial ejemplar y sin precedentes. Pascual fue condenado a seis años de cárcel por un delito contra el medio ambiente.

"Los propietarios y agricultores se han ido acoplando a los cambios en el marjal"

Cerrado este episodio negro en la historia del marjal de Pego-Oliva, el humedal recupera poco a poco sus valores naturales. Pero todavía quedan por resolverse acciones pendientes en el parque, que estuvieron paralizadas por el enfrentamiento. La más importante, la plasmación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del parque, aprobado el año 2000. Este documento establece la zonificación del marjal, y determina las actividades a desarrollar en el paraje, delimitando los espacios de "especial protección", los aptos para el cultivo de arroz, el área de "recepción y tránsito" y un perímetro destinado para la agricultura hortofrutícola. Se habló entonces de que se iban a invertir 12 millones de euros (dos mil millones de las antiguas pesetas) en actuaciones dirigidas a aplicar el PORN en un periodo de diez años. La junta rectora del parque se reunió por primera vez este año. Para los representantes de los municipios de Pego y Oliva, la reunión fue un trámite protocolario, "del que se sacaron pocas propuestas nuevas". Reclaman que se apliquen "íntegramente" los capítulos económicos.

Las inversiones previstas en el marjal se han destinado hasta ahora a la limpieza de acequias y barrancos; a la adecuación del sistema de desagüe y control del riego de los arrozales; subvenciones a los agricultores; compra de tierras a los propietarios de terrenos en el marjal; y en un programa experimental de "cultivo de arroz ecológico". Pero los ayuntamientos de Pego y Oliva cuestionan la falta de iniciativas para la promoción del parque como "reclamo y complemento turístico" de la zona. Y lo más importante, medidas para que los habitantes de los municipios del entorno del parque consideren este espacio no sólo como un valor medioambiental, sino también propio.

"Los propietarios y agricultores se han ido acoplando a los cambios en el marjal", señala Pau Folqués, concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Pego y miembro de la junta rectora del parque. Pero para el edil, su declaración como parque natural "no ha ido acompañada de la generación de empleos" para los habitantes de la zona. El edil propone proyectos como la creación de un centro de investigación sobre el arroz ecológico, que sirva de atracción a estudiosos y turistas, y la ubicación del espacio de acogida y mirador del marjal en la Muntanyeta Verda, ubicada en el término de Pego.

El concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Oliva, Vicent Sabater, considera que el Consell debe garantizar "unos mínimos" para el mantenimiento y promoción del parque. "La Generalitat está gastando muy pocos recursos. Los colegios organizan excursiones al marjal por su cuenta y faltan señalizaciones que atraigan a nuevos visitantes", en las principales infraestructuras viarias que discurren por la zona, como la AP7 o la nacional N-332, lamenta Sabater. Para el edil es necesario un "mayor esfuerzo" para promocionar el parque. El municipio se muestra dispuesto a facilitar a la Consejería de Territorio un edificio que pueda acoger el centro de interpretación del marjal, en los límites del parque. "Pero los ayuntamientos no pueden suplir el papel del Gobierno autonómico", dice Sabater. "Los municipios no tenemos que asumir competencias que no son nuestras", advierte.

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El director del parque natural Pego-Oliva, Vicente Urios, se defiende de estas críticas. Asegura que la Generalitat no ha cesado de invertir en el paraje. "Se ha señalizado el parque con 33 paneles y cartelería. Se han limpiado canales. Una brigada de mantenimiento vigila el parque de forma permanente. La Consejería de Territorio invirtió el pasado año más de 76.000 euros en la compra de terrenos y otorga subvenciones a los propietarios para el mantenimiento de las parcelas en su estado natural", la última partida de 120.000 euros, y Agricultura facilita ayudas a los que cultivan arroz.

El marjal de Pego-Oliva ha sido seleccionado, junto a un parque natural de Alemania y otro de Inglaterra, como aspirante a un programa europeo destinado al desarrollo turístico de estos parajes. "La Generalitat no ha dejado de invertir en el parque, y cada año se hacen previsiones de gastos", señala Urios. Para el director, la regeneración del humedal es una muestra del trabajo desarrollado en los últimos años.

La recuperación de los recursos naturales del marjal de Pego-Oliva ha ido acompañada del regreso al parque de especies de aves acuáticas que hacía años que no se veían en la zona, y que han regresado para reproducirse en su entorno. Son la "cerceta pardilla", el "fumarel cariblanco", la "garza real", la "garcilla cangrejera", la "gaviota patiamarilla", que se han sumado a las familias del "calamón" y la "garza imperial" que crían en el marjal. También se han observado, por primera vez, ejemplares de la "focha cornuda" y el "avetoro", incluidas en un plan europeo de recuperación. Y se ha constatado la llegada al paraje de especies de aves que raramente se ven en Europa, como el "chorlitejo social", según un informe reciente de la Consejería de Territorio.

La Generalitat está desarrollando con éxito un nuevo sistema para el manejo del agua en el humedal, que permite mantener los niveles hídricos adecuados en la zona de especial protección, y aportar riego a las áreas de arrozales, abaratando el coste de este cultivo. Colaboran instituciones como la Universitat Politécnica, y la Comunidad de Regantes de Pego, antigua valedora de las acciones de Carlos Pascual que ha dejado atrás su enfrentamiento con la Generalitat.

La Consejería de Agricultura realiza además un programa experimental en el humedal de Pego-Oliva sobre el cultivo de arroz ecológico, con la elaboración de hasta 14 tipos diferentes de este cereal biológico. El proyecto es pionero en España, y fue incluido en los fondos Life junto a un estudio sobre ornitología que se desarrolla en el Delta del Ebro.

El entorno del parque ofrece también curiosidades naturales, como la "Font Salada", ubicada en el término de Oliva. Se trata de un manantial de agua con una carga mineral y temperatura templada. Estas características han llevado a que la población la considere como una reserva de "aguas terapéuticas". La Generalitat, la Confederación Hidrográfica del Júcar, y el Ayuntamiento olivense han adecuado su entorno para su uso público. El municipio de Oliva ha reclamado su propiedad para poder explotar y controlar su uso. En las proximidades al manantial, y como reclamo turístico, se ha abierto un hotel rural.

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