Edward von Kloberg III, 'lobbista' de dictadores
Edward von Kloberg III, un extravagante lobbista de Washington que mantenía una lista de clientes de alto rango que se podían encontrar fácilmente en su fichero en la 'D' de dictador, murió el domingo 1 de mayo en Roma a los 63 años.
Por lo visto, Von Kloberg, cuya muerte fue clasificada como suicidio, saltó desde el parapeto de un castillo, según comunicó el Departamento de Estado. Aunque dejó una nota, su contenido no ha sido revelado.
En una ciudad en la que los grupos de presión, los lobbies, las relaciones públicas y el cabildeo son casi una cuarta rama del gobierno, Von Kloberg se hizo cargo de algunos de los casos más difíciles: tiranos, dictadores y asesinos en masa a los que otros se negaban incluso a conocer. Entre ellos, Sadam Husein, de Irak, Nicolae Ceausescu, de Rumania, Samuel K. Doe de Liberia y Mobutu Sese Seko, del antiguo Zaire. Él denominaba a estos y otros clientes "los malditos".
A Von Kloberg le gustaba definirse como el intercesor de "lo imposible" en vez de lo reprensible, y señalaba con orgullo que él sólo había rechazado a un cliente porque era imposible de redimir. "Me negué a representar a un dictador, el general Mohamed Farah Aidid, el jefe militar somalí", dijo Von Kloberg a The Washington Times en 2003.
No obstante, Von Kloberg también representaba gobiernos e intereses económicos menos polémicos. Se sabía que conocía a fondo la esencia de la política exterior y solía estar al día sobre las intrigas en las embajadas extranjeras y el departamento de Estado, tanto en las administraciones republicanas como en las demócratas.Anfitrión habitual de tertulias, le encantaba mezclar personajes de la política con periodistas de Washington, ciudad en la que vivía.
Edward Joseph Kloberg III nació en Nueva York el 9 de enero de 1942. Asistió a la Universidad de Princeton y se licenció por el Rider College en 1965. Obtuvo un título de posgrado en Historia en la Universidad Americana, que más tarde le contrató como recaudador de fondos y después como administrador hasta 1982, cuando se introdujo en el mundo de las relaciones públicas.
Su despacho se convirtió en el gabinete de relaciones públicas favorito de muchos líderes que iban camino de convertirse en proscritos. Von Kloberg (insertó el "von" en su nombre porque pensó que le daba un tono distinguido) dirigía una organización llamada Washington World Group y cobraba altos honorarios a los diversos potentados e indeseables que representaba, lo que le permitía vivir a lo grande, con frecuentes fiestas y viajes para los que llenaba uno o más baúles.
Una de sus estrategias favoritas para presionar era escribir cartas a los directores de periódicos -sobre todo al que parecía ser su favorito, The Washington Times- defendiendo a sus clientes cuando algún artículo de primera página cuestionaba sus actividades.
Por ejemplo, después de los informes de que Pakistán había comprado misiles a Corea del Norte en 2003, Von Kloberg envió una carta a The Washington Times en la que decía, "nuestro supuesto aliado, Pakistán" -aliado de la Administración Bush en su lucha contra el terrorismo- "engañó y mintió sistemáticamente a Estados Unidos al establecer intercambios nucleares clandestinos con Corea del Norte".
De hecho, Pakistán había sido cliente suyo años antes. En 1994, Ali Sawar Naqvi, un diplomático de alto rango de la embajada paquistaní, escribió a Von Kloberg para darle las gracias por su "cálido afecto y rápida ayuda", informó el periódico India-West en 2004. Después se supo que tenía un nuevo cliente: India, el más encarnizado rival de Pakistán. No fue ni la primera ni la única vez que cambió de lealtades. Tras representar a Mobutu, de Zaire, admitió como cliente al hombre que le sustituyó, Laurent Kabila.
Más tarde pareció cortejar a Kim Jong II, el dirigente de Corea del Norte, cuando escribió otra carta en 2001 alabando los esfuerzos de Corea del Norte para "unificarse con el Sur" y "reconociendo el legítimo derecho de Corea del Norte a sentarse entre la comunidad de naciones". No hay pruebas de que Von Kloberg llegase a reclutar a Kim Jong II.
En una ocasión reconoció que también había fallado en sus esfuerzos para atraer a otro marginado. "He tenido a todos los grandes dictadores del mundo excepto a Stroessner", se lamentaba en 2003. El general Alfredo Stroessner fue el corrupto e implacable dirigente de Paraguay desde 1954 a 1989.
En 2003, cuando la HBO empezó a emitir K Street sobre el mundo de los grupos de presión de Washington, Von Kloberg observó: "No creo que al estadounidense de a pie vaya a interesarle hasta ese punto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.