Torres: "Cambiar la plantilla y el técnico sería un error"
El único futbolista del Atlético que no se quedó refugiado en su vestuario, que no eludió todos los laberintos del Calderón para no verle la cara a nadie fue su capitán, Fernando Torres. Torres, que desde luego no tuvo su noche, a pesar de su proverbial soledad oceánica, pidió a la directiva rojiblanca que no se vuelva loca. Que no empiece a echar a jugadores y al técnico. "Los equipos no se hacen en un año, sería un grave error hacer un cambio de plantilla radical porque luego hay que volver a empezar de cero", advirtió el ariete.
No es la primera vez que Torres se revuelve contra la dictadura de los finales de temporada y su carácter de mercadillo persa. En su momento llegó a enfrentarse al entonces presidente rojiblanco Jesús Gil. Ayer, pese a reconocer "la terrible decepción" fue aún más claro: "Si acabamos haciendo lo de todos los años, decidir en caliente, fichar a un montón de jugadores y echar al entrenador y poner otro nuevo, nos equivocaremos de camino". La petición no puede ser más explícita. "Tenemos una base de jugadores y se debe seguir confiando en ella, aunque es difícil decir esto en el día de hoy. Ahora hemos consolidado una buena base en la defensa y no se debe echar por la borda", explicó.
También fue muy directo en su defensa a César Ferrando: "Ha hecho un equipo muy sólido atrás y con tres o cuatro refuerzos en puestos clave puede ser suficiente". Otro argumento favorable a la continuidad del técnico, según Torres, es su conocimiento de los miembros del plantel: "Ya nos conoce a todos", argumentó.
Torres, en la derrota, tiene la costumbre de ser muy claro, escueto y descriptivo: "No hemos estado a la altura ni en este partido ni en toda la temporada", fue su análisis de un curso muy irregular en el que el buen juego ha sido muy poco habitual y que ha concluido con un desengaño en todas las competiciones. "A la afición hay que pedirle perdón, pero también solicitar su apoyo hasta el final de la temporada porque nosotros no vamos a bajar los brazos en los tres partidos que nos quedan", comentó el delantero, mientras a muy pocos metros, en la salida de la puerta cero, la del palco, cerca de 300 personas gritaban su frustración contra el presidente. Algunos de ellos se desplazaron después a la salida del aparcamiento de los jugadores. El propio Torres ya avista un divorcio entre una afición con fama de incondicional y la plantilla: "Va a ser muy duro porque sabemos que en el próximo partido vamos a tener al público en contra", explicó el delantero que vio "con envidia" cómo los jugadores de Osasuna celebraban su triunfo.
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